(Abriendo caminos de paz y bien, siguiendo tus pasos, buscándote, con miedo y cansado, perdiéndome, mirando adelante con fe.)(Bis) Cada vez que la duda me haga retroceder o desvíe mis pasos y vaya donde no estás Tú, haz que vuelva al camino donde está la verdad y que llene mi alforja de ilusión y de amistad.
Estribillo Mas si Tú no apareces o no te puedo ver, haz que eleve mis ojos sobre el horizonte gris; y si me encuentro solo en este caminar, dame hermanos que junto conmigo vayan hacia Ti.
Aleluya, aleluya, aleluya. Aleluya, aleluya, alelu, aleluya. Dios nos amó tanto (aleluya) que envió a su Hijo, Jesús (aleluya) Él nos ha salvado (aleluya) con su muerte y resurrección.
Esto que te doy es vino y pan, Señor, esto que te doy es mi trabajo, es mi corazón, es mi alma, es mi cuerpo y mi razón, el esfuerzo de mi caminar.
Toma mi vida, ponla en tu corazón. Dame tu mano y llévame. Cambia mi pan en tu Carne y mi vino en tu Sangre y a mí, Señor, renuévame, límpiame y sálvame. Esto que te doy, mi vida es, Señor, es mi amor, también es mi dolor, es la ilusión de mis sueños, es mi gozo y mi llorar, es mi canto y mi oración.
Estribillo Esto que te doy no solo yo, Señor, esta voz también es de mi hermano, es la unión la paz y el orden, la armonía y felicidad, es un canto en comunidad.
Si aún no lo ves pronto lo verás todo un Dios enamorado de ti. Habla bien de Él, que no mentirás, todo lo hizo para hacerte feliz Lo que pasa es que el mundo no quiere escuchar, no vaya a ser que vea, que entienda y se empape de esta alegría que nos quiere regalar. No vaya a ser que entienda, se convierta y se sane.
No temas a la Luz, no temas a la Paz, no temas a la Alegría, no tengas miedo a ser feliz. Porque Él es el Camino que se ha abierto para ti. Porque Él es "El que es", ahora puedes ser feliz. Nota: si se canta por segunda vez, mientras que las estrofas las hacen las chicas, los chicos cantan el estribillo y así se solapan todas las voces.
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, mi buen Jesús, óyeme! Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame e ir a Ti, mándame. Con tus santos yo te alabaré por los siglos de los siglos. Amén. Con tus santos yo te alabaré.
Nota: el instrumento de la caja entra al comienzo de la frase: "Del maligno enemigo..."