Viviré alabándote,
adorándote y sirviéndote;
toda mi capacidad de amar
es para Ti.
Viviré alabándote,
adorándote y sirviéndote;
toda mi capacidad de amar
es para Ti.

Todo lo que tengo es tuyo,
en todo puedo encontrarte,
haz que sepa utilizarloo,
solo si me ayuda a amarte.

Estribillo
(¡Oh, Señor, ten piedad de mí!
¡Cristo, ten piedad de mí!) (Bis)

Niños que mueren por falta de pan y justicia,
madres sufriendo su angustia en soledad.
Hermanos que luchan en guerras
que a ti y a mí nos convienen
mantienen nuestro mercado,
nuestra paz y bienestar.

Estribillo
Surcos de ríos resecos por la codicia
de quienes tenemos de sobra para derrochar.
Pueblos sedientos, sin agua,
que están gritando: “¡justicia!”,
llanto que brota en la herida de nuestra humanidad.

Estribillo
¡Oh, Señor! Crea en mí un corazón puro.
Yo reconozco mi culpa, ¡ten piedad de mí!
Que ante el dolor de mi hermano no quede impasible,
ser hija tuya me mueva a compartir vida y pan.

Estribillo
(Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya.) (Bis)

Si sientes que Cristo,
en ti vivo está
grita fuerte en tu alma:
¡Aleluya!
Si piensas que el mundo,
aún puede cambiar
grita fuerte en tu alma:
¡Aleluya!

Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya.
Junto a Ti, Señor,
mi alma se siente feliz,
y tu compañía es necesaria para mí.
La seguridad
de tu presencia siento en mí,
como la vida que das y brotará sin fin.

Repartirás tu pan , tu cuerpo es,
y ofreceremos la oración.
Se beberá de Ti, tu sangre es,
amor sin fin, el que nos das.

Repartirás tu pan, tu cuerpo es,
y ofreceremos la oración.
Se beberá de Ti, tu sangre es,
amor sin fin, el que nos das.
Tu cuerpo y sangre son.

Crece la oración,
la devoción y el gozo en mí.
Mi trabajo ofrezco hoy sin a cambio pedir.
Hay que mantener
la unión en torno a tu amor,
pues la fe sale de tu grandioso corazón.

Estribillo
Santo eres, Señor, Dios nuestro,
Rey del cielo y de la tierra;
Luz de vida eterna,
pan de Salvación.
Bendito el que a Ti te busca,
el que tu Palabra escucha,
llevando tu Nombre
va sembrando el amor.

Santo eres, Señor, Dios nuestro,
Rey del cielo y de la tierra;
Luz de vida eterna,
pan de Salvación.
Bendito el que a Ti te busca,
el que tu Palabra escucha,
llevando tu Nombre
va sembrando el amor.

Nota:
Se hace 2ª voz en las estrofas cuando se sube al tono de RE:
"Santo, santo,
santo es mi Dios.
Llenos están
de tu Gloria."
Felices somos en la pobreza,
si en nuestras manos hay amor de Dios,
si nos abrimos a la esperanza
si trabajamos en hacer el bien.
Felices somos en la humildad,
si como niños sabemos vivir.
Será nuestra heredad,
la tierra, la tierra.

Si el grano de trigo
no muere en la tierra es imposible
que nazca fruto.
Aquel que da
su vida para los demás
tendrá siempre al Señor.

Felices somos si compartimos,
si nuestro tiempo es para los demás,
para quien vive en la tristeza
y para quien camina en soledad.
Felices somos si damos amor,
si en nuestras manos hay sinceridad,
podremos siempre mirar
y ver a Dios, y ver a Dios.

Estribillo
Felices somos si ofrecemos paz
y nuestra voz denuncia la opresión,
si desterramos odio y rencores,
será más limpio nuestro corazón.
Felices somos en la adversidad,
si nos persiguen cuando no hay razón;
la vida entonces tendrá
sentido en Dios, sentido en Dios.

Estribillo
(El amor no dice: ¡basta!) (Bis)
(Amor y más amor
que nunca dice: ¡basta!) (Bis)

Sólo el amor de Dios
es lo que se encuentra siempre,
todo lo demás sobra.

Estribillo
Hacedlo todo por amor,
nada hagáis por fuerza,
sólo el amor queda.

Estribillo
Busquemos a Jesús
que si lo tenemos a Él,
entonces lo tendremos todo.

Estribillo
Ama a tus hermanos
y Dios te amará a ti,
esto quiere el Señor, ama.

Estribillo
Nota:
-En la frase *Amor y más amor que nunca dice: ¡basta!*,
se solapa la frase *El amor no dice: ¡basta! *,
como segunda voz.
-Los acordes originales son en SOL,
pero en la parroquia San Bruno
se canta en solm.
Tantas cosas en la vida
nos ofrecen plenitud,
y no son más que mentiras
que desgastan la inquietud.
Tú has llenado mi existencia
al quererme de verdad.
Yo quisiera, Madre Buena, amarte más.

En silencio escuchabas
la Palabra de Jesús,
y la hacías Pan de vida
meditando en tu interior.
La semilla que ha caído
ya germina, ya está en flor.
Con el corazón en fiesta cantaré:

Ave María, ave María.
Ave María, ave Maríía.

Desde que yo era muy niño
has estado junto a mí,
y guiado de tu mano
aprendí a decir sí.
Al calor de la esperanza
nunca se enfrió mi fe,
y en la noche más oscura fuiste Luz.

No me dejes, Madre mía,
ven conmigo al caminar;
quiero compartir mivida
y crear fraternidad.
Tantas cosas en nosotros
son el fruto de tu amor.
La plegaria más sencilla cantaré:

Estribillo