Ain Karem
Oh, Señor, ten piedad de mí! Oh, Señor, ten piedad de mí!
{title: Oh, Señor, ten piedad de mí!}
{artist: Ain Karem}
{capo: 4}
{key: Mim}
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([Mim]¡Oh, Señor, ten piedad de [Re]mí!
¡Cristo, ten piedad de [Mim]mí!) (Bis)
{end_of_chorus}
[Do]Niños que mueren por [Sol]falta de pan y [Lam]justicia,
[Mim]madres sufriendo su an[Sol]gustia en sole[Lam]dad.
Her[Do]manos que luchan en [Re]guerras
que[Si7] a ti [Do]y a mí nos con[Sol]vienen
m[Lam]antienen nuestro mer[Mim]cado,
nuestra [Re]paz y bienes[Lam]tar.
{start_of_chorus}
Estribillo
{end_of_chorus}
Surcos de ríos resecos por la codicia
de quienes tenemos de sobra para derrochar.
Pueblos sedientos, sin agua,
que están gritando: “¡justicia!”,
llanto que brota en la herida de nuestra humanidad.
{start_of_chorus}
Estribillo
{end_of_chorus}
¡Oh, Señor! Crea en mí un corazón puro.
Yo reconozco mi culpa, ¡ten piedad de mí!
Que ante el dolor de mi hermano no quede impasible,
ser hija tuya me mueva a compartir vida y pan.
{start_of_chorus}
Estribillo
{end_of_chorus}
(¡Oh, Señor, ten piedad de mí!
¡Cristo, ten piedad de mí!) (Bis)
Niños que mueren por falta de pan y justicia,
madres sufriendo su angustia en soledad.
Hermanos que luchan en guerras
que a ti y a mí nos convienen
mantienen nuestro mercado,
nuestra paz y bienestar.
Estribillo
Surcos de ríos resecos por la codicia
de quienes tenemos de sobra para derrochar.
Pueblos sedientos, sin agua,
que están gritando: “¡justicia!”,
llanto que brota en la herida de nuestra humanidad.
Estribillo
¡Oh, Señor! Crea en mí un corazón puro.
Yo reconozco mi culpa, ¡ten piedad de mí!
Que ante el dolor de mi hermano no quede impasible,
ser hija tuya me mueva a compartir vida y pan.
Estribillo
¡Cristo, ten piedad de mí!) (Bis)
Niños que mueren por falta de pan y justicia,
madres sufriendo su angustia en soledad.
Hermanos que luchan en guerras
que a ti y a mí nos convienen
mantienen nuestro mercado,
nuestra paz y bienestar.
Estribillo
Surcos de ríos resecos por la codicia
de quienes tenemos de sobra para derrochar.
Pueblos sedientos, sin agua,
que están gritando: “¡justicia!”,
llanto que brota en la herida de nuestra humanidad.
Estribillo
¡Oh, Señor! Crea en mí un corazón puro.
Yo reconozco mi culpa, ¡ten piedad de mí!
Que ante el dolor de mi hermano no quede impasible,
ser hija tuya me mueva a compartir vida y pan.
Estribillo