Pronto llegará la alegría,
la luz que nos guía y nos llena de paz.
Pronto llegará la esperanza
de un Dios que se encarna y se quiere entregar.

Preparemos el camino despertando los sentidos.
Abre de una vez tu portal.
Preparemos el camino despertando los sentidos,
que Jesús te viene a salvar.
(¡Adviento!¡Adviento!¡Adviento llegó!)(Bis)

Una voz en el desierto
nos dice: ¡atentos, qué viene el Señor!
Enderezaré mi camino
para que este niño reine en mi corazón.

Estribillo
Todo puede ser diferente,
Jesús me hace fuerte y puedo cambiar.
Debo actualizar mis talentos,
borrar mis defectos y su amor descargar.

Estribillo
Vigilantes encendemos
la corona del Adviento,
en los cirios ofrecemos
cuatro etapas de un encuentro.

1er Domingo de Adviento:
Nos evoca ya el primero
el Antiguo Testamento.
Los profetas, voz del Verbo,
lo anunciaron desde lejos.

2do Domingo de Adviento:
El segundo trae el eco
del Bautista pregonero.
Su mensaje en el desierto:
“Allanadle los senderos”.

3er Domingo de Adviento:
Los tres cirios van tejiendo
la esperanza del misterio
de la Virgen en el seno:
el Rocío de los Cielos.

4to Domingo de Adviento:
Cuatro cirios encendemos
ya en la cumbre del Adviento.
Todo es gracia, luz y fuego
en la hora del encuentro.

Alegraos hombres nuevos,
sed testigos del Evangelio
Id al mundo, mensajeros,
Luz en medio de los pueblos.

Cuatro cirios cual luceros
que jalonan nuestro Adviento.
Expectantes son anhelos,
con sus llamas contra el viento.
"Aleluya", cantará
quien perdió la esperanza;
y la tierra sonreirá.
¡Ale-lu-u-ya!

Lo cantamos 3 veces:
la primera con arpegio,
la segunda con rasgueo suave,
la tercera con rasgueo fuerte;
subiendo, escalonadamente, el volumen de la voz en cada una de ellas.
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú?
¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú?
¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada,
si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?

(Todo lo que sé, todo lo que soy,
todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
Intro:


Santo, Santo, Santo,
Santo es el Señor,
(Santo es el Señor,
Dios del Universo.) (Bis)

Llenos están el cielo
y la tierra de tu Gloria.

Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.


Bendito el que viene
en nombre del Señor.

Estribillo
Maravillas hizo en mí,
mi alma canta de gozo pues al ver
mi pequeñez se detuvieron sus ojos
y el que es Santo y poderoso
hoy aguarda por mi "sí".
Mi alma canta de gozo,
maravillas hizo en mí.

Maravillas hizo en mí,
del alma brota mi canto; el Señor
me ha amado, más que los lirios del campo.
Por el Espíritu Santo
Él habita hoy en mí,
no cese nunca mi canto,
maravillas hizo en mí.
Por el Espíritu Santo
Él habita hoy en mí,
no cese nunca mi canto,
maravillas hizo en mí.
Versión Parroquia san Bruno-Misa de 20h:
Intro:


Dijiste "sí"
y la tierra estalló de alegría.
Dijiste "sí"
y en tu vientre latía divina la Salvación.

Hágase en mí, de corazón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

(María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de Dios Redentor.)(Bis)
(Si se termina aquí el canto, en el bis:
primavera de Dios Redentor.)

Gabriel tembló,
conmovido con tanta belleza,
Madre de Dios,
cuélame en tu mirada de amor de la Anunciación.

Hágase en mí, de cora zón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

(María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de un Dios Redentor.)(Bis)
(Si se termina aquí el canto, en el bis:
primavera de Dios Redentor.)

Nota: en el estribillo final, sea cuando sea,
en el bis, la segunda voz dice: Ave María.

Versión original:
Intro:


Dijiste "sí"
y la tierra estalló de alegría.
Dijiste "sí"
y en tu vientre latía divina la Salvación.

Hágase en mí, de corazón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de Dios Redentor.

Gabriel tembló,
conmovido con tanta belleza,
Madre de Dios,
cuélame en tu mirada de amor de la Anunciación.

Estribillo final (bis):
Hágase en mí, de cora zón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de un Dios Redentor.
(en el bis: primavera de Dios Redentor.)

Nota: en el estribillo final, en el bis,
la segunda voz dice: Ave María.