(Ven a celebrar el amor de Dios,
se derramará como agua limpia
empapando nuestras vidas
de su presencia.)(Bis)

Os aseguro que Yo estaré
cuando dos o más por Mí os reunáis;
es la mejor forma de crecer
en nuestra amistad,
en nuestra amistad.

Estribillo
Nos has traido al desierto
para hablarnos al corazón
y transformar nuestras vidas
con tus palabras de amor,
palabras de amor.

Estribillo
(Canta Aleluya al Señor.
Canta Aleluya al Señor.
Canta Aleluya, canta Aleluya,
canta Aleluya al Señor.)(Bis)

Aquí Él está y se mueve entre todos,
aquí Él está, le sentimos, ¡aleluya!
Aquí Él está y Él quiere hacer maravillas;
aquí Él está, le sentimos, ¡aleluya!

Estribillo
El Señor es Señor, le alabamos, le adoramos.
El Señor, es Señor, le cantamos, ¡aleluya!
El Señor es Señor y alzamos nuestras manos,
el Señor hoy y ayer y por la eternidad.

Estribillo
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú?
¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú?
¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada,
si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?

(Todo lo que sé, todo lo que soy,
todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
(Santo es el Señor,
Dios de los hombres,
es el Señor.) (Bis)

Llenos están el cielo
y tierra de tu gloria,
el cielo y tierra de tu amor.
Él hizo el mar, Él hizo el cielo,
hizo la tierra; hizo a los hombres,
es nuestro Dios.
Todos cantad:
"Aquel que viene es el Señor.
Aquel que viene es el Señor."

Estribillo final: terminar en el mismo acorde
con el que se empezó el canto.

Notas:
- Cantar las estrofas con un nivel de voz más suave
y el estribillo más fuerte.
- Los chicos cantarán las estrofas
mientras que las chicas van repitiendo el estribillo,
solapándose ambas voces.
Dile a quién sufre en su soledad:
no debes temer,
pues el Señor, tu Dios poderoso,
cuando invoques su Nombre,
Él te salvará.

Él vendrá y te saalvará,
Él vendrá y te saalvará.
Dile al cansado que Él pronto volverá.
Él vendrá y te saalvará.

Él vendrá y te saalvará,
Él vendrá y te saalvará.
Alza tus ojos hoy, Él te levantará,
Él vendrá y te saalvará.

Dile a quién tiene herido el corazón:
no pierdas la fe,
pues el Señor, tu Dios, con su gran amor,
cuando invoques su nombre,
Él te salvará.

Estribillo
Versión Parroquia san Bruno-Misa de 20h:
Intro:


Dijiste "sí"
y la tierra estalló de alegría.
Dijiste "sí"
y en tu vientre latía divina la Salvación.

Hágase en mí, de corazón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

(María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de Dios Redentor.)(Bis)
(Si se termina aquí el canto, en el bis:
primavera de Dios Redentor.)

Gabriel tembló,
conmovido con tanta belleza,
Madre de Dios,
cuélame en tu mirada de amor de la Anunciación.

Hágase en mí, de cora zón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

(María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de un Dios Redentor.)(Bis)
(Si se termina aquí el canto, en el bis:
primavera de Dios Redentor.)

Nota: en el estribillo final, sea cuando sea,
en el bis, la segunda voz dice: Ave María.

Versión original:
Intro:


Dijiste "sí"
y la tierra estalló de alegría.
Dijiste "sí"
y en tu vientre latía divina la Salvación.

Hágase en mí, de corazón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de Dios Redentor.

Gabriel tembló,
conmovido con tanta belleza,
Madre de Dios,
cuélame en tu mirada de amor de la Anunciación.

Estribillo final (bis):
Hágase en mí, de cora zón,
la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día
los sueños de Dios.

María,
las tinieblas se harán mediodía
a una sola palabra que digas,
en tus labios alumbra ya el sol.

María,
la doncella que Dios prometía,
un volcán de ternura divina,
primavera de un Dios Redentor.
(en el bis: primavera de Dios Redentor.)

Nota: en el estribillo final, en el bis,
la segunda voz dice: Ave María.