Bendigamos al Señor, Dios de toda la Creación por habernos regalado su amor, su bondad y su perdón, y su gran fidelidad por los siglos de los siglos los durarán.
El Espíritu de Dios hoy está sobre mí, Él es quien me ha ungido para proclamar (para proclamar) la Buena Nueva a los más poobres, la Gracia de su Salvación. El Espíritu de Dios hoy está sobre mí, Él es quien me ha ungido para proclamar (para proclamar) la Buena Nueva a los más poobres, la Gracia de su Salvación. Enviado con poder y en el nombre de Jesús a sanar a los enfermos del dolor, a los ciegos dar visión, a los pobres la verdad y a los presos y oprimidos liberar.
Estribillo Con la fuerza de su amor y de la resurrección anunciamos: llega ya la salvación, que ni el miedo ni el temor, ni la duda o la opresión borrarán la paz de nuestro corazón.
Junto a Ti, Jesús, rezaré; tu Palabra quiero vivir. Tú me haces sencillo, Señor, en tus Manos me dejaré.
(Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.)(Bis) Cantaré el amor que hay en Ti, porque me amas y estás aquí. Pones paz en mi corazón. Con tu amor feliz yo seré.
Estribillo Nunca dejaré de cantar que Tú eres la luz y el amor. Tu camino quiero seguir, no me dejes solo, Señor.
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú? ¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú? ¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada, si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?
(Todo lo que sé, todo lo que soy, todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
El Señor os dará su Espíritu Santo, ya no temáis, abrid el corazón, derramará todo su amor. El Señor os dará su Espíritu Santo, ya no temáis, abrid el corazón, derramará todo su amor. Él transformará hoy vuestra vida, os dará la fuerza para amar, no perdáis vuestra esperanza, Él os salvará. Él transformará todas las penas, como a hijos os acogerá, abrid vuestros corazones a la libertad.
Estribillo Fortalecerá todo cansancio, si al orar dejáis que os dé su paz. Brotará vuestra alabanza, Él os hablará. Os inundará de un nuevo gozo con el don de la fraternidad, abrid vuestros corazones a la libertad.
El Señor ha estado grande, a Jesús resucitó, con María, sus hermanos, entendieron que pasó: como el viento que da vida, el Espíritu sopló y aquella fe incierta en firmeza se cambió.
Gloria al Señor es nuestra esperanza, y con María se hace vida su Palabra. Gloria al Señor, porque en el silencio, guardó la fe sencilla y grande con amor. Pues sus ojos se abrieron y también su corazón, la tristeza fue alegría, fue su gozo el dolor. Esperando con María se llenaron del Señor porque Dios está presente si está limpio el corazón.
Estribillo Nuestro tiempo es tiempo nuevo cada vez que sale el sol y escuchamos su Palabra, fuerza viva de su amor, que disipa las tinieblas y aleja el temor. Se hacen fuertes nuestras manos con la Madre del Señor.