Jesús está entre nosotros, Él vive hoy y su Espíritu a todos da. Jesús, razón de nuestra vida, es el Señor, nos reúne en pueblo de amor. Cambia nuestras vidas con tu fuerza, guárdanos por siempre en tu Presencia. Tú eres verdad, Tú eres la paz.
Estribillo Rompe las cadenas que nos atan. Llénanos de gracia en tu Palabra. Gracias, Señor, gracias, Salvador.
Estribillo Nuestras existencias hoy te alaban. Nuestros corazones te dan gracias. Tú eres amor, eres canción.
Estribillo final: terminar en el acorde con el que se comienza el canto.
"Aleluya", cantará quien perdió la esperanza; y la tierra sonreirá. ¡Ale-lu-u-ya! Lo cantamos 3 veces: la primera con arpegio, la segunda con rasgueo suave, la tercera con rasgueo fuerte; subiendo, escalonadamente, el volumen de la voz en cada una de ellas.
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú? ¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú? ¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada, si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?
(Todo lo que sé, todo lo que soy, todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
Como el Padre me amó Yo os he amado. Permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Como el Padre me amó Yo os he amado. Permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis compartireis con alegría el don de la fraternidad. Si os poneis en camino sirviendo siempre a la verdad fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará.
Estribillo (bis) No veréis amor tan grande como aquel que os mostré. Yo doy la vida por vosotros amad como Yo os amé. Si hacéis lo que os mando y os quereis de corazón, compartiréis mi pleno gozo de amar como Él me amó.
Junto a ti, María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar; hazme transparente, lléname de paz.
Madre, Madre, Madre, Madre. Madre, Madre, Madre, Maadre. Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús, haznos más humildes, tan sencillos como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.