Mi Dios está vivo, Él no está muerto.
Mi Dios está vivo en mi corazón.
Mi Dios está vivo, ha resucitado;
lo siento en mis manos, lo siento en mis pies,
lo siento en mi alma y en mi ser.
¡Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua!
¡Oh, oh, oh, oh, hay que nacer
del Espíritu de Dios!
(¡Oh, oh, oh, oh, hay que nacer
del agua y del Espíritu de Dios,
hay que nacer del Señor!)(Bis)
Prepárate para que sientas,
prepárate para que sientas,
prepárate para que sientas
el Espíritu de Dios.
Déjalo que se mueva,
déjalo que se mueva,
déjalo que se mueva
dentro de tu corazón.
Mi Dios está vivo, Él no está muerto.
Mi Dios está vivo en mi corazón.
Lo veo a mi lado, nunca me abandona;
lo veo por el aire, lo veo junto al mar,
lo veo por el monte caminar.
Estribillo