Nos has llamado al desierto, Señor, de la libertad y está el corazón abierto a la luz de tu verdad. Subimos con esperanza la escalada cuaresmal; el pueblo de Dios avanza hasta la cumbre pascual. Tu pueblo, Señor, camina desde la aurora al ocaso, a tu Pascua se encamina y te sigue paso a paso.
Estribillo Señor, te reconocemos y tu Palabra escuchamos, tus caminos seguiremos y tu ley de amor cantamos.
Estribillo Se acerca, Señor, tu día en el que todo florece con su luz y su alegría, ya el camino resplandece.
Tu Palabra me da vida, confío en Ti, Señor. Tu Palabra es eterna; en ella esperaré. Dichoso el que con vida intachable camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.
Estribillo Postrada en el polvo está mi alma, devuélvame la vida tu palabra. Mi alma está llena de tristeza, consuélame, Señor, con tus promesas.
Estribillo Escogí el camino verdadero y he tenido presentes tus decretos. Correré por el camino del Señor cuando me hayas ensanchado el corazón.
Entre tus manos está mi vida, Señor. Entre tus manos pongo mi existir. Hay que morir, para vivir. Entre tus manos confío mi ser.
Si el grano de trigo no muere, si no muere solo quedará, pero si muere en abundancia dará un fruto eterno que no morirá. Hay que morir, para vivir. Entre tus manos confío mi ser.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, tu compasión, borra mi culpa, limpia mi pecado, lávame de todo deliiito.
¡Oh, Dios mío!, crea en mí (oh, Dios mío!, crea en mí), ¡oh, Dios mío!, crea en mí (oh, Dios mío!, crea en mí), un corazón puuuro. Renuévame por dentro con Espíritu firme, no me alejes de tu rostro. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con tu Espííritu.
Estribillo Abrirás mis labios y mi boca cantará tu grandeza. Enseñaré a los olvidados tus caminos, los pecadores volverán a Tiiii.
Estribillo Nota: lo que está entre paréntesis es la segunda voz.
Junto a ti, María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar; hazme transparente, lléname de paz.
Madre, Madre, Madre, Madre. Madre, Madre, Madre, Maadre. Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús, haznos más humildes, tan sencillos como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.