Versión Parroquia san Bruno con acordes simplificados: Que tu Palabra nos cambie el corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón. Transforma en bien el carbón, de nuestro gris corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón.
Que tu Palabra sea como la linterna, que nos enseñe por dónde caminar y transformar el dolor en una suave canción para llevar al mundo tu calor.
Estribillo Que tu Palabra sea como la comida, que nos sostenga y nos haga vivir; el pan para compartir, la fuerza para vivir, Palabra, pan que Dios va a repartir.
Estribillo Que tu Palabra sea la buena noticia que todo el mundo sueña con escuchar. Palabra para salvar, Palabra para curar, Palabra con poder que nos puede cambiar.
Estribillo
Versión original: Que tu Palabra nos cambie el corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón. Transforma en bien el carbón, de nuestro gris corazón. Que tu Palabra nos cambie el corazón.
Que tu Palabra sea como la linterna, que nos enseñe por dónde caminar y transformar el dolor en una suave canción para llevar al mundo tu calor.
Estribillo Que tu Palabra sea como la comida, que nos sostenga y nos haga vivir; el pan para compartir, la fuerza para vivir, Palabra, pan que Dios va a repartir.
Estribillo Que tu Palabra sea la buena noticia que todo el mundo sueña con escuchar. Palabra para salvar, Palabra para curar, Palabra con poder que nos puede cambiar.
Tu Palabra me da vida, confío en Ti, Señor. Tu Palabra es eterna; en ella esperaré. Dichoso el que con vida intachable camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.
Estribillo Postrada en el polvo está mi alma, devuélvame la vida tu palabra. Mi alma está llena de tristeza, consuélame, Señor, con tus promesas.
Estribillo Escogí el camino verdadero y he tenido presentes tus decretos. Correré por el camino del Señor cuando me hayas ensanchado el corazón.
Te presentamos el vino y el pan. Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Señor, por este pan que nos diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.
Estribillo Bendito seas, Señor, el vino, Tú nos lo diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.
Junto a ti, María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar; hazme transparente, lléname de paz.
Madre, Madre, Madre, Madre. Madre, Madre, Madre, Maadre. Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús, haznos más humildes, tan sencillos como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.