Versión Parroquia san Bruno: Tan cerca de mí, tan cerca de mí que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Ya no busco a Cristo en las alturas, ni le buscaré en la oscuridad. Dentro de mi ser, en mi corazón siento que Jesús conmigo está.
Estribillo Mírale a tu lado caminando, en las alegrías y el dolor; a tu lado va siempre al caminar Él es un amigo de verdad.
Estribillo Le hablaré sin miedo al oído, le contaré las cosas que hay en mí y que sólo a Él le interesarán. Él es más que un mito para mí.
Estribillo Versión original: Tan cerca de mí, tan cerca de mí que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. Ya no busco a Cristo en las alturas, ni le buscaré en la oscuridad. Dentro de mi ser, en mi corazón siento que Jesús conmigo está.
Estribillo Yo le contaré lo que me pasa, como a mis amigos le hablaré. Yo no sé si es Él quien habita en mí o si soy yo quien habita en Él.
Estribillo Mírale a tu lado caminando, en las alegrías y el dolor; a tu lado va siempre al caminar Él es un amigo de verdad.
Estribillo Otra versión en la letra de las estrofas: No busques a Cristo en lo alto, ni lo busques en la oscuridad, muy cerca de ti, en tu corazón, puedes adorar a tu Señor.
Estribillo Le hablaré sin miedo al oído, le contaré las cosas que hay en mí y que sólo a Él le interesarán. Él es más que un mito para mí.
Estribillo Mírale a tu lado caminando, paseando entre la multitud; muchos no lo ven porque ciegos son (o también "muchos ciegos son porque no lo ven"), llenos de ceguera espiritual.
"Aleluya", cantará quien perdió la esperanza; y la tierra sonreirá. ¡Ale-lu-u-ya! Lo cantamos 3 veces: la primera con arpegio, la segunda con rasgueo suave, la tercera con rasgueo fuerte; subiendo, escalonadamente, el volumen de la voz en cada una de ellas.
(Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es el Seño-o-or. Llenos están el cielo y tierra de tu amor.) (Bis) Bendito el que viene en el nombre, el que viene en el nombre del Señor, del Señor.
Nota: es opcional cantar el estribillo final una vez
Segunda voz: Santo es el Señor, llenos están el cielo y tierra de su amor.
El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió. Los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su humilde zurrón, rom pom pom pom, rom pom pom. Ha nacido en un portal de Belén, el Niño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies algún presente que te agrade, Señor, mas Tú ya sabes que soy pobre también y no poseo más que un viejo tambor, rom pom pom pom, rom pom pom. En tu honor frente al portal tocaré con mi tambor.
El camino que lleva a Belén, yo voy marcando con mi viejo tambor. nada mejor hay que te pueda ofrecer, su ronco acento es un canto de amor, rom pom pom pom, rom pom pom. Cuando Dios me vio tocando ante Él, me sonrió.
Para que mi amor no sea un sentimiento tan sólo un deslumbramiento pasajero; para no gastar las palabras más mías ni vaciar de contenido mi "te quiero". Quiero hundir más hondo mi raíz en Ti, y cimentar en solidez, este, mi afecto; pues mi corazón, que es inquieto y es frágil sólo acierta si se abraza a tu proyecto.
Más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad, quiero darte mi respuesta: "Aquí estoy para hacer tu voluntad para que mi amor sea decirte “sí” hasta el final". Duermen su sopor y temen en el huerto; ni sus amigos acompañan al maestro. Si es hora de cruz, es de fidelidades; pero el mundo nunca quiere aceptar esto. Dame a comprender, Señor, tu amor tan puro, amor que persevera en cruz, amor perfecto; dame serte fiel cuando todo es oscuro, para que mi amor sea más que un sentimiento.
Estribillo No es en las palabras, ni es en las promesas donde la historia tiene su motor secreto; sólo es el amor en la cruz madurado, el amor que mueve a todo el universo. Pongo mi pequeña vida hoy en tus manos, por sobre mis seguridades y mis miedos; y, para elegir tu querer y no el mío, hazme en mi Getsemaní fiel y despierto.
Estribillo final (bis): en el bis, subir un tono.
Más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad, quiero darte mi respuesta: "Aquí estoy para hacer tu voluntad para que mi amor sea decirte “sí” hasta el final".
Más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad, quiero darte mi respuesta: "Aquí estoy para hacer tu voluntad para que mi amor sea decirte “sí” hasta el final".
(Salve, Regina, Madre de misericordia. Vida, dulzura, esperanza nuestra, Salve. Salve, Regina.) (Bis) A ti recurrimos, nosotros los hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo en este valle de lágrimas. Abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos y muéstranos tras este destierro el fruto de tu vientre, Jesús. Salve, Regina, Madre de misericordia. ¡Oh, clemente! ¡Oh, pía!, ¡Oh, dulce Virgen María!, Salve, Regina. Salve, Regina, saalve, saalve.