Somos un pueblo que camina y juntos caminando podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra ciudad. Somos errantes peregrinos en busca de un destino, destino de unidad. Siempre seremos caminantes, pues sólo caminando podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
Estribillo Sufren los hombres, mis hermanos, buscando entre las piedras la parte de su pan. Sufren los hombres oprimidos, los hombres que no tienen ni paz ni libertad. Sufren los hombres mis hermanos, mas Tú vienes con ellos y en Ti alcanzarán otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
Estribillo Danos valor siempre constante, valor en las tristezas, valor en nuestro afán. Danos la luz de tu Palabra que guíe nuestros pasos en este caminar. Marcha, Señor, junto a nosotros, pues sólo en tu presencia podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
Aleluya, alelu, aleluya, aleluya, aleluya. Aleluya, alelu, aleluya, aleluya, aleluya. Yo quiero más y más de Cristo, yo quiero más de su Poder, yo quiero más de su Presencia, yo quiero más y más de Él.
Esto que te doy es vino y pan, Señor, esto que te doy es mi trabajo, es mi corazón, es mi alma, es mi cuerpo y mi razón, el esfuerzo de mi caminar.
Toma mi vida, ponla en tu corazón. Dame tu mano y llévame. Cambia mi pan en tu Carne y mi vino en tu Sangre y a mí, Señor, renuévame, límpiame y sálvame. Esto que te doy, mi vida es, Señor, es mi amor, también es mi dolor, es la ilusión de mis sueños, es mi gozo y mi llorar, es mi canto y mi oración.
Estribillo Esto que te doy no solo yo, Señor, esta voz también es de mi hermano, es la unión la paz y el orden, la armonía y felicidad, es un canto en comunidad.
El Señor es mi Pastor, nada me falta. El Señor es mi Pastor. El Señor es mi Pastor, nada me falta. El Señor es mi Pastor. En praderas reposa mi alma, en su agua descansa mi sed. Él me guía por senderos justos, por amor, por amor de su Nombre.
Aunque pase por valles oscuros ningún mal, ningún mal temeré porque sé que el Señor va conmigo, su cayado sostiene mi fe.
Estribillo Tú preparas por mí una mesa frente a aquellos que buscan mi mal. Con aceite me ungiste, Señor, y mi copa rebosa de Ti.
Gloria a Dios, Padre, Omnipotente, y a su Hijo, Jesús, el Señor, y al Espíritu que habita en el mundo. Por los siglos eternos, Amén.
Como el Padre me amó Yo os he amado. Permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Como el Padre me amó Yo os he amado. Permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis compartireis con alegría el don de la fraternidad. Si os poneis en camino sirviendo siempre a la verdad fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará.
Estribillo (bis) No veréis amor tan grande como aquel que os mostré. Yo doy la vida por vosotros amad como Yo os amé. Si hacéis lo que os mando y os quereis de corazón, compartiréis mi pleno gozo de amar como Él me amó.
(Ven y descánsate. Ven y descánsate en Dios, en Dios.)(Bis)
Y deja que Dios sea Dios, deja que Dios sea Dios, (Tú, sólo, adórale.)(Bis) Nota: Las 3 primeras frases la cantan las chicas y van subiendo gradualmente de intensidad. La 4ª frase se canta fuerte. Las 2 últimas frases se cantan suave.
Dios te salve, María, Sagrada María, Señora de nuestro camino. Llena eres de gracia llamada entre todas a ser la Madre de Dios. El Señor es contigo y tú eres la sierva dispuesta a cumplir su misión; y bendita tú eres, dichosa, te llaman a ti, "la escogida de Dios". Y bendito es el fruto que crece en tu vientre, el Mesías del pueblo de Dios, al que tanto esperamos que nazca y que sea nuestro Rey.
María, he mirado hacia el cielo pensando entre nubes tu rostro encontrar y al fin, te encontré en un establo entregando la vida a Jesús, Salvador. María, he querido sentirte, entre tantos milagros, que cuentan de ti; al fin te encontré en mi camino, en la misma vereda que yo; tenías tu cuerpo cansado, un niño en los brazos, durmiendo en tu paz. (María, mujer, que regalas la vida sin fin.) (Bis)