(Pueblo suyo somos,
pueblo suyo, pueblo suyo,
¡cantamos al Señor!) (Bis)

Entrad en su presencia
diciéndole: ¡gracias!

Estribillo
Venid, aclamad a nuestro Dios,
dador de vida.

Estribillo
Escuchad hoy su voz,
no endurezcáis el corazón.

Estribillo
Solista o varones:
Señor, Señor, Señor, ten piedad.

Coro o mujeres:
Señor, Señor, Señor, ten piedaad.

Solista o varones:
Cristo, Cristo, Cristo, ten piedad.

Coro o mujeres:
Cristo, Cristo, Cristo, ten piedaad.

Solista o varones:
Señor, Señor, Señor, ten piedad.

Coro o mujeres:
Señor, Señor, Señor, ten piedaad.
(Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya.) (Bis)

Si sientes que Cristo,
en ti vivo está
grita fuerte en tu alma:
¡Aleluya!
Si piensas que el mundo,
aún puede cambiar
grita fuerte en tu alma:
¡Aleluya!

Aleluya, aleluya,
aleluya, aleluya,
aleluya.
El Señor nos ha reunido junto a Él.
El Señor nos ha invitado a estar con Él.

En su mesa hay amor
la promesa del perdón,
y en el Vino y Pan, su corazón.
En su mesa hay amor
la promesa del perdón,
y en el Vino y Pan, su corazón.

Cuando, Señor, tu voz,
llega en silencio a mí
y mis hermanos me hablan de Ti,
sé que a mi lado estás,
te sientas junto a mí,
acoges mi vida y mi oración.

El Señor nos ha reunido junto a Él
(Santo es el Señor, mi Dios,
digno de alabanza,
a Él el poder,
el honor y la gloria.) (Bis)

(Hosanna (hosanna).
Hosanna (hosanna).
Hosanna, ¡oh,Señor!) (Bis)
(En el Bis: terminar con "mim")

Bendito el que viene
en nombre del Señor,
con todos tus santos
cantamos para Ti.

Hosanna (hosanna).
Hosanna (hosanna).
Hosanna, ¡oh, Señor!

Nota:
-El primer "Hosanna", lo cantan los hombres;
el segundo "(hosanna)", las mujeres;
el tercero, todos.
-El bis de la primera estrofa, cantarlo suave.
(Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,) (bis)
(ten piedad de nosotros,
de nosotros ten piedad.)(Bis)

(Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,) (bis)
(ten piedad de nosotros,
de nosotros ten piedad.)(Bis)

(Cordero de Dios que quitas
el pecado del mundo,) (bis)
(danos la paz,
danos la paz.)(Bis)
Hay un corazón que mana
que palpita en el sagrario,
un corazón solitario,
que se alimenta de amor.
Es un corazón paciente,
es un corazón amigo,
el que habita en el olvido,
el corazón de tu Dios.

Es un corazón que ama,
un corazón que perdona,
que te conoce y que toma
de tu vida lo peor.
Que comenzó esta tarea
una tarde en el calvario
y que ahora desde el sagrario
tan sólo quiere tu amor.

Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida,
que hay una historia escondida
dentro de este corazón.
Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido,
que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.

Es el corazón que llora
en la casa de Betania.
El corazón que acompaña
a los dos de Emaús.
Es el corazón que al joven rico
amó con la mirada
el que a Pedro perdonaba
después de la negación.

Es el corazón en lucha
del huerto de los olivos,
que amando a los enemigos
hizo creer al ladrón.
Es el corazón que salva
por su fe a quien se le acerca,
que mostró su herida abierta
al apóstol que dudó.

Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida,
que hay una historia escondida
dentro de este corazón.
Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido,
(que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.)(Bis)
(Ven y descánsate.
Ven y descánsate en Dios,
en Dios.)(Bis)

Y deja que Dios sea Dios,
deja que Dios sea Dios,
(Tú, sólo, adórale.)(Bis)

Nota:
Las 3 primeras frases la cantan las chicas y
van subiendo gradualmente de intensidad.
La 4ª frase se canta fuerte.
Las 2 últimas frases
se cantan suave.
Dios te salve, María, Sagrada María,
Señora de nuestro camino.
Llena eres de gracia
llamada entre todas
a ser la Madre de Dios.
El Señor es contigo y tú eres la sierva
dispuesta a cumplir su misión;
y bendita tú eres, dichosa,
te llaman a ti,
"la escogida de Dios".
Y bendito es el fruto que crece
en tu vientre, el Mesías
del pueblo de Dios,
al que tanto esperamos
que nazca y que sea nuestro Rey.

María, he mirado hacia el cielo
pensando entre nubes
tu rostro encontrar
y al fin, te encontré en un establo
entregando la vida a Jesús, Salvador.
María, he querido sentirte,
entre tantos milagros,
que cuentan de ti;
al fin te encontré en mi camino,
en la misma vereda que yo;
tenías tu cuerpo cansado,
un niño en los brazos,
durmiendo en tu paz.
(María, mujer, que regalas
la vida sin fin.) (Bis)