Todo empezó en una cruz donde un hombre sufrió y un Dios se entregó. Silenciosa la muerte llegó extinguiendo la luz que en un grito se ahogó.
Viendo su faz de dolor una madre lloró y su amigo calló. Pero siendo una entrega de amor su camino siguió y en algún otro lado una luz se encendió.
Siendo hombre, amigo, esclavo y maestro; siendo carga pesada, profesor y aprendiz entregó hasta su cuerpo en el pan y la vid.
Desde entonces lo he visto caminar a mi lado, a ese Dios que se humilla y muere por mí. Es la barca en mi playa, el ruido del silencio, que se acerca a su Hijo y me abraza feliz, que se acerca a su Hijo y me abraza feliz. Viendo un humilde calvario con rostro cansado soporta la cruz, y al verme rezando a sus pies se olvida de Él, me toma en sus brazos y me acoge otra vez.
Siendo fuego, paloma, el agua y el viento; siendo niño inocente, un Padre y Pastor hoy acepta mi ofrenda, es mi vida Señor.
Estribillo Y si ahora yo acepto esta cruz es por esa persona, ese Dios, es por Cristo, Jesús.
Cuánto he esperado este momento, cuánto he esperado que estuvieras así. Cuánto he esperado que me hablaras, cuánto he esperado que vinieras a Mí. Yo sé bien lo que has vivido. Yo sé bien por qué has llorado. Yo sé bien lo que has sufrido, pues, de tu lado no me he ido.
Pues nadie te ama como Yo. Pues nadie te ama como Yo. Mira la Cruz, esta es mi más grande prueba. Nadie te ama como Yo.
Pues nadie te ama como Yo. Pues nadie te ama como Yo. Mira la Cruz, fue por ti, fue porque te amo. Nadie te ama como Yo. Yo sé bien lo que me dices, aunque a veces no me hables. Yo sé bien lo que en ti sientes, aunque nunca lo compartes. Yo a tu lado he caminado, junto a ti Yo siempre he ido. Aún a veces te he cargado, Yo he sido tu mejor amigo.
Adoraré tus pies heridos, tus pies de mensajero, que traen la paz, que traen la paz a mi corazón.
Yo adoraré, Señor, y abrazaré tu cuerpo herido. Yo adoraré, Señor, y abrazaré tu cruz, (tu humanidad, tu humanidad.) (Bis) Adoraré tus rodillas, que soportaron mis caídas y se doblaron, y se doblaron ante mí.
Estribillo Adoraré tus manos suaves y las heridas que las traspasan. Con ellas me alzaste y me abrazaste en mi seol.
Estribillo Adoraré tu rostro herido, tu semblante sin hermosura y en cada espina de tu cabeza veré a mi Dios.
Estribillo Abrazaré fuerte tu pecho y escucharé tus latidos, Y de la herida de tu costado yo beberé.
Pedro te negó tres veces: mil veces yo te negué. (Si Pedro lloró su culpa, mi culpa yo lloraré.)(Bis) Hoy quisiera llorar igual que Pedro, porque, al igual que Pedro, te he negado. Hoy te vengo a decir que me arrepiento y que soy de los tuyos y que sigo a tu lado.
Estribillo Te he negado, Señor, y fui cobarde, porque no quise dar por Ti la cara. Tuve miedo y fingí no conocerte, y al pasar Tú a mi lado, yo te he dado la espalda.