Vine a alabar a Dios. Vine a alabar a Dios. Vine a alabar su Nombre. Vine a alabar a Dios. Él vino a mi vida en un día muy especial, cambió mi corazón en un nuevo corazón y esa es la razón por la que digo que... ¡Vine a alabar a Dios!
(Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es el Seño-o-or. Llenos están el cielo y tierra de tu amor.) (Bis) Bendito el que viene en el nombre, el que viene en el nombre del Señor, del Señor.
Nota: es opcional cantar el estribillo final una vez
Segunda voz: Santo es el Señor, llenos están el cielo y tierra de su amor.
Señor (Señor), toma mi vida nueva, antes de que la espera, desgaste años en mí. Estoy (estoy) dispuesto a lo que quieras, no importa lo que sea, Tú llámame a servir.
Llévame donde los hombres, necesiten tus Palabras, necesiten mis ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegría, simplemente, por no saber de Ti. Te doy (Te doy) mi corazón sincero, para gritar sin miedo, tu Grandeza, Señor. Tendré (tendré) mis manos sin cansancio, tu Historia entre mis labios, y fuerza en la oración.
Estribillo Y así (y así), en marcha iré cantando, por calles predicando lo bello que es tu Amor. Señor (Señor), tengo alma misionera, condúceme a la tierra que tenga sed de Dios.
Estribillo Maestro (Maestro), tu promesa divina de compartir un Reino de justicia y amor. Hoy (hoy) quiero ser tu testigo Y sé Tú mi camino, mi luz y mi amor.
Estribillo Nota: lo que está entre paréntesis es la segunda voz.
No adoréis a nadie, a nadie mas que a Él. No adoréis a nadie, a nadie mas que a Él.
No adoréis a nadie, a nadie más, no adoréis a nadie, a nadie más, no adoréis a nadie, a nadie mas que a Él. Porque solo Él nos puede sostener. Porque solo Él nos puede sostener.
Estribillo No sigáis a nadie, a nadie mas que a Él. No sigáis a nadie, a nadie mas que a Él.
Estribillo No busquéis a nadie, a nadie mas que a Él. No busquéis a nadie, a nadie mas que a Él.
Estribillo No alabéis a nadie, a nadie mas que a Él. No alabéis a nadie, a nadie mas que a Él.
Buena Madre, estoy aquí; quiero rezar; te quiero hablar. Buena Madre, has sido tú, con sencillez creyente fiel. En tu regazo quiero estar cerca de Ti; como un pequeño te daré todo mi ser; acéptalo.