Las puertas de la nueva ciudad se abren para ti. Las puertas de la nueva ciudad se abren para ti. Y Dios, tu amigo, te salvará, te salvará. Verás el nuevo día, el nuevo sol. Verás la nueva vida: resurrección. La gran noticia: Dios es amor, Dios es amor.
Estribillo Venimos en familia junto al altar. El Pan que resucita Dios nos lo da, el Pan de vida nos mantendrá en su amistad.
Tu Palabra me da vida, confío en Ti, Señor. Tu Palabra es eterna; en ella esperaré. Dichoso el que con vida intachable camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.
Estribillo Postrada en el polvo está mi alma, devuélvame la vida tu palabra. Mi alma está llena de tristeza, consuélame, Señor, con tus promesas.
Estribillo Escogí el camino verdadero y he tenido presentes tus decretos. Correré por el camino del Señor cuando me hayas ensanchado el corazón.
(Ven y descánsate. Ven y descánsate en Dios, en Dios.)(Bis)
Y deja que Dios sea Dios, deja que Dios sea Dios, (Tú, sólo, adórale.)(Bis) Nota: Las 3 primeras frases la cantan las chicas y van subiendo gradualmente de intensidad. La 4ª frase se canta fuerte. Las 2 últimas frases se cantan suave.
Shalom haverim, shalom haverim, shalom, shalom. Lehitraot, lehitraot, shalom, shalom. Que encuentres la paz, que encuentres la paz, shalom, shalom. Que seas feliz, que seas feliz, shalom, shalom. Que llegue la paz a todo lugar (o "a todo tu hogar"), shalom, shalom. Que Dios viva en ti, que Dios viva en ti, shalom, shalom.
Querido Padre, cansado vuelvo a Ti. Haz que conozca el don de tu amistad, vivir por siempre el gozo del perdón, y en tu presencia tu fiesta celebrar. Pongo en tus manos mis culpas, ¡oh, Señor! Estoy seguro de que eres siempre fiel. Dame la fuerza para poder andar buscando en todo hacer tu voluntad.
(Padre, yo busco tu amor. Padre, vuelvo a Ti. Mira, que tu hijo soy. Padre, vuelvo a Ti.)(Bis) Lo reconozco, a veces olvidé que eres mi Padre y que a mi lado estás, que soy tu hijo y me aceptas como soy. Sólo me pides: vive en sinceridad. Quiero sentirte cercano a mí, Señor, oír tu voz que me habla al corazón, sentirme libre desde tu libertad, ser signo vivo de la fraternidad.
Tú nos dijiste que la muerte no es el final del camino, que aunque morimos no somos carne de un ciego destino. Tú nos hiciste, tuyos somos, nuestro destino es vivir siendo felices contigo, sin padecer ni morir, siendo felices contigo, sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza por un hermano perdido, cuando el adiós dolorido busca en la fe su esperanza. En tu Palabra confiamos con la certeza que Tú ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz, ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz.
Cuando, Señor, resucitaste todos vencimos contigo, nos regalaste la vida como en Betania al amigo. Si caminamos a tu lado no va a faltarnos tu amor ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz, ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz.
Que el camino, crezca contigo y que el viento juegue en tu espalda. Que el sol ilumine tu cara, que la lluvia caiga suave en tus campos y hasta volverte a ver que Dios te acoja en el hueco de sus manos.