El Señor es mi Pastor, nada me falta. El Señor es mi Pastor. El Señor es mi Pastor, nada me falta. El Señor es mi Pastor. En praderas reposa mi alma, en su agua descansa mi sed. Él me guía por senderos justos, por amor, por amor de su Nombre.
Aunque pase por valles oscuros ningún mal, ningún mal temeré porque sé que el Señor va conmigo, su cayado sostiene mi fe.
Estribillo Tú preparas por mí una mesa frente a aquellos que buscan mi mal. Con aceite me ungiste, Señor, y mi copa rebosa de Ti.
Gloria a Dios, Padre, Omnipotente, y a su Hijo, Jesús, el Señor, y al Espíritu que habita en el mundo. Por los siglos eternos, Amén.
Junto a Ti, Jesús, rezaré; tu Palabra quiero vivir. Tú me haces sencillo, Señor, en tus Manos me dejaré.
(Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.)(Bis) Cantaré el amor que hay en Ti, porque me amas y estás aquí. Pones paz en mi corazón. Con tu amor feliz yo seré.
Estribillo Nunca dejaré de cantar que Tú eres la luz y el amor. Tu camino quiero seguir, no me dejes solo, Señor.
Santo es el Señooor, Dios del universo oo. Cielo y tierra están llenos de Ti. Y bendito el que viene en el Nombre del Señor. Hosanna en el cielo, Hosanna en el cielo.
Como el Padre me amó Yo os he amado. Permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Como el Padre me amó Yo os he amado. Permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis compartireis con alegría el don de la fraternidad. Si os poneis en camino sirviendo siempre a la verdad fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará.
Estribillo (bis) No veréis amor tan grande como aquel que os mostré. Yo doy la vida por vosotros amad como Yo os amé. Si hacéis lo que os mando y os quereis de corazón, compartiréis mi pleno gozo de amar como Él me amó.
Junto a ti, María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar; hazme transparente, lléname de paz.
Madre, Madre, Madre, Madre. Madre, Madre, Madre, Maadre. Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús, haznos más humildes, tan sencillos como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.