Ven, ven, Señor, no tardes. Ven, ven, que te espera a mos. Ven, ven, Señor, no tardes. Ven, pronto, Señor. Al mundo le falta vida. Al mundo le falta luz. Al mundo le falta el cielo. Al mundo le faltas Tú.
Estribillo Envuelto en sombría noche el mundo sin paz no ve, buscando va una esperanza buscando, Señor, tu fe.
Estribillo El mundo muere de frío, el alma perdió el calor. Los hombres no son hermanos, el mundo no tiene amor.
Estribillo Nota: Este orden de estrofas se canta en la Parroquia de San Bruno (Madrid)
Santo es el Señooor, Dios del universo oo. Cielo y tierra están llenos de Ti. Y bendito el que viene en el Nombre del Señor. Hosanna en el cielo, Hosanna en el cielo.
La Virgen sueña caminos, está a la espera. La Virgen sabe que el Niño está muy cerca. De Nazaret a Belén hay una senda; por ella van los que creen en las promesas.
Los que soñáis y esperáis la Buena Nueva, abrid las puertas al Niño, que está muy cerca. El Señor cerca está. Él viene con la paz. El Señor cerca está. Él trae la verdad. En estos días del año el pueblo espera que venga pronto el Mesías a nuestra tierra. En la ciudad de Belén llama a las puertas, preguntan en la posadas y... no hay respuesta.
Estribillo La tarde ya lo sospecha: está alerta. El sol le dice a la luna que no se duerma. A la ciudad de Belén vendrá una estrella, vendrá con todo el que quiera cruzar fronteras.
Haz que abandone la alforja que hasta ahora he llevado. Haz que rechace el vestido que traje hasta aquí. Haz que me quede desnudo ante tu Presencia. Haz que abandone mi vieja razón de vivir.
Haz que abandone la alforja que hasta ahora he llevado. Haz que rechace el vestido que traje hasta aquí. Haz que me quede desnudo ante tu Presencia. Haz que abandone mi vieja razón de vivir.
Maranatha, ven Señor Jesús. Maranatha, ven Señor Jesús. Maranatha, ven Señor Jesús. Maranatha, ven Señor Jesús. Dame valor en la lucha que tengo conmigo, y haz que comprenda que sólo un rival tengo yo. Ese rival es el diablo que llevo en mi adentro. Cuando me venza a mí mismo seré ya de Dios.
Dame valor en la lucha que tengo conmigo, y haz que comprenda que sólo un rival tengo yo. Ese rival es el diablo que llevo en mi adentro. Cuando me venza a mí mismo seré ya de Dios.