Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la Casa del Señor”. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor.
Estribillo Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.
Estribillo Desead la paz a Jerusalén. Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, en tus palacios seguridad.
Estribillo Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: “La paz contigo”. Por la Casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.
Estribillo Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá marchan los hombres, el pueblo del Señor.
Estribillo Pidamos paz para la ciudad vivan tranquilos los que te aman; haya paz dentro de tus muros y en tus hogares felicidad.
"Aleluya", cantará quien perdió la esperanza; y la tierra sonreirá. ¡Ale-lu-u-ya! Lo cantamos 3 veces: la primera con arpegio, la segunda con rasgueo suave, la tercera con rasgueo fuerte; subiendo, escalonadamente, el volumen de la voz en cada una de ellas.
Yo pensaba que el hombre era grande por su poder, grande por su saber, grande por su valor. Yo pensaba que el hombre era grande y me equivoqué, pues grande sólo es Dios.
Sube hasta el cielo y lo verás, que pequeñito el mundo es, sube hasta el cielo y lo verás. Como un juguete de cristal, que con cariño hay que cuidar, sube hasta el cielo y lo verás. Muchas veces el hombre buscaba ser como Dios, quería ser como Dios, soñaba ser como Dios. Muchas veces el hombre soñaba y se despertó, pues grande es sólo Dios.
Estribillo Caminando por la vida hay veces que encontrarás cosas que extrañarás, hombres que admirarás. Caminando por la vida hay veces que pensarás que el hombre es como Dios.
(Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es el Seño-o-or. Llenos están el cielo y tierra de tu amor.) (Bis) Bendito el que viene en el nombre, el que viene en el nombre del Señor, del Señor.
Nota: es opcional cantar el estribillo final una vez
Segunda voz: Santo es el Señor, llenos están el cielo y tierra de su amor.
Pon tu mano en la mano de aquel que te da la mano. Pon tu mano en la mano de aquel que te dice: «Ven». Él será, tu amigo para la eternidad. Pon tu mano en la mano de aquel que te dice: «Ven».
Pon tus ojos en los ojos de aquel que te está mirando. Pon tus ojos en los ojos de aquel que te mira bien. Él será tu amigo hasta la eternidad. Pon tus ojos en los ojos de aquel que te mira bien.
Pon tu vida en las manos de aquel que te está esperando. Pon tu vida en las manos de aquel que te dice: «Ven». Él será tu amigo hasta la eternidad. Pon tu vida en las manos de aquel que te dice: «Ven».
(Cristo te necesita para amar, para amar, Cristo te necesita para amar.) (Bis)
(No te importe la raza ni el color de la piel, ama a todos como hermanos y haz el bien.) (Bis) Al que vive a tu lado, dale amor, dale amor, al que viene de lejos, dale amor. Al que habla otra lengua, dale amor, dale amor, al que piensa distinto, dale amor.
Estribillo Al que sufre y al triste, dale amor, dale amor. Al humilde y al pobre, dale amor. Al amigo de siempre dale amor, dale amor. Al que no te saluda, dale amor.
Estribillo + ...y haz el bien y haz el bien y haz el bien.
Porque eres tan distinta de las demás porque siempre sonríes cuando te das, porque estás queriendo siempre, no te cansas jamás, porque se hará un vacío nunca lleno si te vas.
Por todo eso y tal como soy para darte las gracias te canto hoy y pido que me ayudes a responder a parecerme a ti. Dame tu fuerza y tu libertad tu confianza en Dios, tu fidelidad, y quizás como tú llegue a ser fiel a decir que "sí". Porque viste qué hondo era decir "sí" a Gabriel, porque sabes gozar de la alegría de Isabel, porque toda tu vida te has mantenido fiel, porque eres Medianera entre nosotros y Él.
Estribillo Porque eres transparente y dejas ver a Dios, porque es imposible compararnos las dos, porque eres inocente y no conoces el mal, porque sigues luchando aunque a otros les da igual.