Dios está aquí,
tan cierto como el aire que respiro,
tan cierto como la mañana
se levaanta,
tan cierto como que este canto
lo puedes oír.

Lo puedes sentir
moviéndose entre los que aman.
Lo puedes oír
cantando con nosotros aquí.
Lo puedes llevar
cuando por esa puerta salgas.
Lo puedes guardar
muy dentro de tu corazón.

Estribillo
Lo puedes notar
junto a ti en cualquier momento;
le puedes hablar
de esa vida que le quieres dar;
no temas ya más,
Él es Dios y nos perdona a todos;
Jesús está aquí,
si tú quieres le puedes seguir.

Estribillo
"Aleluya", cantará
quien perdió la esperanza;
y la tierra sonreirá.
¡Ale-lu-u-ya!

Lo cantamos 3 veces:
la primera con arpegio,
la segunda con rasgueo suave,
la tercera con rasgueo fuerte;
subiendo, escalonadamente, el volumen de la voz en cada una de ellas.
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú?
¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú?
¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada,
si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?

(Todo lo que sé, todo lo que soy,
todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
Santo eres, Señor, Dios nuestro,
Rey del cielo y de la tierra;
Luz de vida eterna,
pan de Salvación.
Bendito el que a Ti te busca,
el que tu Palabra escucha,
llevando tu Nombre
va sembrando el amor.

Santo eres, Señor, Dios nuestro,
Rey del cielo y de la tierra;
Luz de vida eterna,
pan de Salvación.
Bendito el que a Ti te busca,
el que tu Palabra escucha,
llevando tu Nombre
va sembrando el amor.

Nota:
Se hace 2ª voz en las estrofas cuando se sube al tono de RE:
"Santo, santo,
santo es mi Dios.
Llenos están
de tu Gloria."
Pon tu mano en la mano
de aquel que te da la mano.
Pon tu mano en la mano de aquel que te dice:
«Ven».
Él será, tu amigo para la eternidad.
Pon tu mano en la mano de aquel que te dice:
«Ven».

Pon tus ojos en los ojos de aquel que te está mirando.
Pon tus ojos en los ojos de aquel que te mira bien.
Él será tu amigo hasta la eternidad.
Pon tus ojos en los ojos de aquel que te mira bien.

Pon tu vida en las manos de aquel que te está esperando.
Pon tu vida en las manos de aquel que te dice: «Ven».
Él será tu amigo hasta la eternidad.
Pon tu vida en las manos de aquel que te dice: «Ven».
Mi Dios está vivo, Él no está muerto.
Mi Dios está vivo en mi corazón.
Mi Dios está vivo, ha resucitado;
lo siento en mis manos, lo siento en mis pies,
lo siento en mi alma y en mi ser.

¡Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua!
¡Oh, oh, oh, oh, hay que nacer
del Espíritu de Dios!
(¡Oh, oh, oh, oh, hay que nacer
del agua y del Espíritu de Dios,
hay que nacer del Señor!)(Bis)

Prepárate para que sientas,
prepárate para que sientas,
prepárate para que sientas
el Espíritu de Dios.
Déjalo que se mueva,
déjalo que se mueva,
déjalo que se mueva
dentro de tu corazón.

Mi Dios está vivo, Él no está muerto.
Mi Dios está vivo en mi corazón.
Lo veo a mi lado, nunca me abandona;
lo veo por el aire, lo veo junto al mar,
lo veo por el monte caminar.

Estribillo
Porque eres tan distinta de las demás
porque siempre sonríes cuando te das,
porque estás queriendo siempre,
no te cansas jamás,
porque se hará un vacío
nunca lleno si te vas.

Por todo eso y tal como soy
para darte las gracias te canto hoy
y pido que me ayudes a responder
a parecerme a ti.
Dame tu fuerza y tu libertad
tu confianza en Dios, tu fidelidad,
y quizás como tú llegue a ser fiel
a decir que "sí".

Porque viste qué hondo
era decir "sí" a Gabriel,
porque sabes gozar
de la alegría de Isabel,
porque toda tu vida
te has mantenido fiel,
porque eres Medianera
entre nosotros y Él.

Estribillo
Porque eres transparente
y dejas ver a Dios,
porque es imposible
compararnos las dos,
porque eres inocente
y no conoces el mal,
porque sigues luchando
aunque a otros les da igual.

Estribillo