Hoy quiero, Señor, ponerlo todo en tu presencia, darme hasta gastarme contigo y por Ti. Hoy quiero, Señor, ponerlo todo ante tu puerta para en todo amarte y servir.
Enciéndeme y déjame arder donde haga falta. Enciéndeme y déjame ser tu luz, y así poder llevarte hasta todas las almas, saciar la sed que tienes Tú desde la cruz. Hoy quisiera, Madre, poner todo en tu presencia, darme hasta gastarme, decirle que sí. Hoy te pido, Madre, que dejes mi puerta abierta para en todo amarle y servir.
Junto a Ti, Jesús, rezaré; tu Palabra quiero vivir. Tú me haces sencillo, Señor, en tus Manos me dejaré.
(Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.)(Bis) Cantaré el amor que hay en Ti, porque me amas y estás aquí. Pones paz en mi corazón. Con tu amor feliz yo seré.
Estribillo Nunca dejaré de cantar que Tú eres la luz y el amor. Tu camino quiero seguir, no me dejes solo, Señor.
Santo, Santo, Santo, Santo es el Señor, el Dios de la Vida, el Dios del Amor. Santo, Santo, Santo, Santo es el Señor, el Dios de la Vida, el Dios del Amor. (Bendito el que viene en nombre de Dios, el hombre que anuncia la liberación.) (Bis)
Estribillo Nota: - Inicio: 2 compases en LA y se para. - Cuando se pasa del LA7 al RE, se dan tres golpecitos.
Hay un corazón que mana que palpita en el sagrario, un corazón solitario, que se alimenta de amor. Es un corazón paciente, es un corazón amigo, el que habita en el olvido, el corazón de tu Dios.
Es un corazón que ama, un corazón que perdona, que te conoce y que toma de tu vida lo peor. Que comenzó esta tarea una tarde en el calvario y que ahora desde el sagrario tan sólo quiere tu amor.
Decidle a todos que vengan a la fuente de la vida, que hay una historia escondida dentro de este corazón. Decidles que hay esperanza, que todo tiene un sentido, que Jesucristo está vivo, decidles que existe Dios. Es el corazón que llora en la casa de Betania. El corazón que acompaña a los dos de Emaús. Es el corazón que al joven rico amó con la mirada el que a Pedro perdonaba después de la negación.
Es el corazón en lucha del huerto de los olivos, que amando a los enemigos hizo creer al ladrón. Es el corazón que salva por su fe a quien se le acerca, que mostró su herida abierta al apóstol que dudó.
Decidle a todos que vengan a la fuente de la vida, que hay una historia escondida dentro de este corazón. Decidles que hay esperanza, que todo tiene un sentido, (que Jesucristo está vivo, decidles que existe Dios.)(Bis)
(Ven y descánsate. Ven y descánsate en Dios, en Dios.)(Bis)
Y deja que Dios sea Dios, deja que Dios sea Dios, (Tú, sólo, adórale.)(Bis) Nota: Las 3 primeras frases la cantan las chicas y van subiendo gradualmente de intensidad. La 4ª frase se canta fuerte. Las 2 últimas frases se cantan suave.
Junto a ti, María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar; hazme transparente, lléname de paz.
Madre, Madre, Madre, Madre. Madre, Madre, Madre, Maadre. Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús, haznos más humildes, tan sencillos como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.