Nos has llamado al desierto,
Señor, de la libertad
y está el corazón abierto
a la luz de tu verdad.
Subimos con esperanza
la escalada cuaresmal;
el pueblo de Dios avanza
hasta la cumbre pascual.

Tu pueblo, Señor, camina
desde la aurora al ocaso,
a tu Pascua se encamina
y te sigue paso a paso.

Estribillo
Señor, te reconocemos
y tu Palabra escuchamos,
tus caminos seguiremos
y tu ley de amor cantamos.

Estribillo
Se acerca, Señor, tu día
en el que todo florece
con su luz y su alegría,
ya el camino resplandece.

Estribillo
Esto que te doy es vino y pan, Señor,
esto que te doy es mi trabajo,
es mi corazón, es mi alma,
es mi cuerpo y mi razón,
el esfuerzo de mi caminar.

Toma mi vida, ponla en tu corazón.
Dame tu mano y llévame.
Cambia mi pan en tu Carne
y mi vino en tu Sangre
y a mí, Señor, renuévame,
límpiame y sálvame.

Esto que te doy, mi vida es, Señor,
es mi amor, también es mi dolor,
es la ilusión de mis sueños,
es mi gozo y mi llorar,
es mi canto y mi oración.

Estribillo
Esto que te doy no solo yo, Señor,
esta voz también es de mi hermano,
es la unión, la paz y el orden,
la armonía y felicidad,
es un canto en comunidad.

Estribillo
Santo, Santo,
Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra
de tu Gloria, Hosanna.

(Hosanna, Hosanna,
Hosanna, en el cielo.) (Bis)

Bendito el que viene
en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo, Hosanna.

Estribillo
Nota: Pausa entre estribillo y segunda estrofa.
Yo siento, Señor, que Tú me amas;
yo siento, Señor, que te puedo amar.
Háblame, Señor, que tu siervo escucha,
háblame, ¿qué quieres de mí?

Señor, Tú has sido grande para mí,
en el desierto de mi vida: ¡háblame!
Yo quiero estar dispuesto a todo,
toma mi ser, mi corazón es para Ti,
(por eso canto tus maravillas,
por eso canto tu amor.) (Bis)

Te alabo, Jesús, por tu grandeza,
mil gracias te doy por tu gran amor.
Heme aquí, Señor, para acompañarte,
heme aquí, ¿qué quieres de mí?

Estribillo final: terminar en DO, alargando en voz, el SOL.
Dulce Madre, no te alejes,
tu vista de mí no apartes,
ven conmigo a todas partes,
y sola nunca me dejes.
Y ya que me proteges tanto,
como verdadera Madre,
haz que me bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo,
haz que me bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.