(Preparad el camino al Señor y escuchad la palabra de Dios.)(Bis) Voz que clama en el desierto: "Preparad el camino al Señor", haced rectas todas sus sendas. Preparad el camino al Señor. (Para ir al estribillo final)
Estribillo Voz que clama en el desierto: “Preparad el camino al Señor”, mantened las manos unidas. Preparad el camino al Señor.
Estribillo Voz que clama en el desierto: “Preparad el camino al Señor, desterrad el odio y las penas. Preparad el camino al Señor.
Estribillo Voz que clama en el desierto: “Preparad el camino al Señor”, desterrad la mentira por siempre. Y escuchad la Palabra de Dios.
Estribillo final o tras cada estrofa (1 vez): Preparad el camino al Señor y escuchad la palabra de Dios.
Vigilantes encendemos la corona del Adviento, en los cirios ofrecemos cuatro etapas de un encuentro. 1er Domingo de Adviento: Nos evoca ya el primero el Antiguo Testamento. Los profetas, voz del Verbo, lo anunciaron desde lejos.
2do Domingo de Adviento: El segundo trae el eco del Bautista pregonero. Su mensaje en el desierto: “Allanadle los senderos”.
3er Domingo de Adviento: Los tres cirios van tejiendo la esperanza del misterio de la Virgen en el seno: el Rocío de los Cielos.
4to Domingo de Adviento: Cuatro cirios encendemos ya en la cumbre del Adviento. Todo es gracia, luz y fuego en la hora del encuentro.
Alegraos hombres nuevos, sed testigos del Evangelio Id al mundo, mensajeros, Luz en medio de los pueblos.
Cuatro cirios cual luceros que jalonan nuestro Adviento. Expectantes son anhelos, con sus llamas contra el viento.
Aleluya, alelu, aleluya, aleluya, aleluya. Aleluya, alelu, aleluya, aleluya, aleluya. Yo quiero más y más de Cristo, yo quiero más de su Poder, yo quiero más de su Presencia, yo quiero más y más de Él.
Entre tus manos está mi vida, Señor. Entre tus manos pongo mi existir. Hay que morir, para vivir. Entre tus manos confío mi ser.
Si el grano de trigo no muere, si no muere solo quedará, pero si muere en abundancia dará un fruto eterno que no morirá. Hay que morir, para vivir. Entre tus manos confío mi ser.
Toda la tierra espera al Salvador, y el surco abierto, a la obra del Señor; es el mundo que lucha por la libertad, reclama justicia y busca la verdad.
Dice el profeta al pueblo de Israel: “De Madre virgen ya viene el Emmanuel, será "Dios-con-nosotros", hermano será, con Él la esperanza al mundo volverá.
Cerros y valles habrá que preparar, nuevos caminos tenemos que trazar; el Señor está cerca, hay que irlo a encontrar, y todas las puertas abrir de par en par.”
En un pesebre, Jesús apareció pero en el mundo es donde nace hoy, vive en nuestros hermanos, con ellos está, y vuelve de nuevo a darnos libertad
Quiero caminar contigo, María, pues tú eres mi Madre, eres mi guía. Tú eres para mí el más grande ejemplo de santidad, de humildad.
Quiero caminar contigo, María, no solo un momento, todos los días. Necesito tu amor de Madre, tu intercesión ante el Señor.
Guía mis pasos, llévame al cielo Bajo tu manto, no tengo miedo. Llena de gracia, Ave María, hoy yo te ofrezco toda mi vida. Quiero caminar contigo, María, Madre en el dolor y en la alegría. Tú que fuiste fiel hasta el extremo. Fiel en la cruz, fiel a Jesús.
Estribillo Celestial princesa, mírame con compasión. Hoy te doy mi alma, vida y corazón.
Estribillo Nota: toques secos ↓-↓-↓ en : "de santidad, de humilad", "tu intercesión ante el Señor", "fiel en la cruz, fiel a Jesús".