Hoy quiero, Señor, ponerlo todo en tu presencia, darme hasta gastarme contigo y por Ti. Hoy quiero, Señor, ponerlo todo ante tu puerta para en todo amarte y servir.
Enciéndeme y déjame arder donde haga falta. Enciéndeme y déjame ser tu luz, y así poder llevarte hasta todas las almas, saciar la sed que tienes Tú desde la cruz. Hoy quisiera, Madre, poner todo en tu presencia, darme hasta gastarme, decirle que sí. Hoy te pido, Madre, que dejes mi puerta abierta para en todo amarle y servir.
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú? ¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú? ¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada, si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?
(Todo lo que sé, todo lo que soy, todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
Si pienso en lo que quieres que yo haga, si tengo que hacer caso a tus palabras, si quieres que te diga lo que pienso: "que es de locos, es de locos".
Si quieres que me quite las cadenas que me hacen sentir seguro aquí abajo, es como si me vaciaras la venas, estás loco, estás loco.
Solo te pido fuerzas para hacer de mi debilidad un férreo vendaval. Desde el convencimiento que tal vez hoy todo puede ser, de nuevo realidad, que ya estás al llegar. De todas formas sé que es necesario, andar contra corriente en esta tierra, y que en el fondo merece la pena estar loco, estar loco.
Estribillo Nota: 1ª estrofa: solista chico. 2ª estrofa: solista chica. Estribillo:todos. 3ª estrofa: solistas, chico y chica, juntos.
¡Sólo Dios! ¡Sólo Dios! En tus atrios, Señor, quiero estar. Tú, mi tesoro y porción, mi delicia, Señor; mi fortaleza, mi vida, mi Dios y mi todo. Alma mía, no busques nada más, para ti, basta Dios y sólo Dios.
Tantas cosas en la vida nos ofrecen plenitud, y no son más que mentiras que desgastan la inquietud. Tú has llenado mi existencia al quererme de verdad. Yo quisiera, Madre Buena, amarte más.
En silencio escuchabas la Palabra de Jesús, y la hacías Pan de vida meditando en tu interior. La semilla que ha caído ya germina, ya está en flor. Con el corazón en fiesta cantaré:
Ave María, ave María. Ave María, ave Maríía. Desde que yo era muy niño has estado junto a mí, y guiado de tu mano aprendí a decir sí. Al calor de la esperanza nunca se enfrió mi fe, y en la noche más oscura fuiste Luz.
No me dejes, Madre mía, ven conmigo al caminar; quiero compartir mivida y crear fraternidad. Tantas cosas en nosotros son el fruto de tu amor. La plegaria más sencilla cantaré: