Vine a alabar a Dios. Vine a alabar a Dios. Vine a alabar su Nombre. Vine a alabar a Dios. Él vino a mi vida en un día muy especial, cambió mi corazón en un nuevo corazón y esa es la razón por la que digo que... ¡Vine a alabar a Dios!
"Aleluya", cantará quien perdió la esperanza; y la tierra sonreirá. ¡Ale-lu-u-ya! Lo cantamos 3 veces: la primera con arpegio, la segunda con rasgueo suave, la tercera con rasgueo fuerte; subiendo, escalonadamente, el volumen de la voz en cada una de ellas.
Te presentamos el vino y el pan. Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Señor, por este pan que nos diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.
Estribillo Bendito seas, Señor, el vino, Tú nos lo diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.
Señor (Señor), toma mi vida nueva, antes de que la espera, desgaste años en mí. Estoy (estoy) dispuesto a lo que quieras, no importa lo que sea, Tú llámame a servir.
Llévame donde los hombres, necesiten tus Palabras, necesiten mis ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegría, simplemente, por no saber de Ti. Te doy (Te doy) mi corazón sincero, para gritar sin miedo, tu Grandeza, Señor. Tendré (tendré) mis manos sin cansancio, tu Historia entre mis labios, y fuerza en la oración.
Estribillo Y así (y así), en marcha iré cantando, por calles predicando lo bello que es tu Amor. Señor (Señor), tengo alma misionera, condúceme a la tierra que tenga sed de Dios.
Estribillo Maestro (Maestro), tu promesa divina de compartir un Reino de justicia y amor. Hoy (hoy) quiero ser tu testigo Y sé Tú mi camino, mi luz y mi amor.
Estribillo Nota: lo que está entre paréntesis es la segunda voz.
Mientras recorres la vida tú nunca solo estás; contigo por el camino, Santa María,va.
¡Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven! ¡Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven! Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.
Estribillo Aunque parezcan tus pasos inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros lo seguirán.
Estribillo Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está.