Habla, Señor, que tu siervo escucha. Habla, Señor, que tu siervo escucha. (Muéstrame tu Voluntad a través de la Palabra, quiero conocerte más para amarte y seguirte.) (Bis)
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes, y sola nunca me dejes. Y ya que me proteges tanto, como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.