(Preparad el camino al Señor y escuchad la palabra de Dios.)(Bis) Voz que clama en el desierto: "Preparad el camino al Señor", haced rectas todas sus sendas. Preparad el camino al Señor. (Para ir al estribillo final)
Estribillo Voz que clama en el desierto: “Preparad el camino al Señor”, mantened las manos unidas. Preparad el camino al Señor.
Estribillo Voz que clama en el desierto: “Preparad el camino al Señor, desterrad el odio y las penas. Preparad el camino al Señor.
Estribillo Voz que clama en el desierto: “Preparad el camino al Señor”, desterrad la mentira por siempre. Y escuchad la Palabra de Dios.
Estribillo final o tras cada estrofa (1 vez): Preparad el camino al Señor y escuchad la palabra de Dios.
Sé mi luz, enciende mi noche. Sé mi luz, enciende mi noche. Sé mi luz, enciende mi noche, mi noche; sé mi luz. El camino sin Ti es tan largo, y tu llanto acoge mi dolor. Tu Palabra acalla mi miedo, y tu grito se expresa en mi canto.
Estribillo Nota: el acorde de "DO" puede ser "solm", y el acorde de "SOL" del último "noche", se podría suprimir.
Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la Casa del Señor”. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor.
Estribillo Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.
Estribillo Desead la paz a Jerusalén. Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, en tus palacios seguridad.
Estribillo Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: “La paz contigo”. Por la Casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.
Estribillo Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá marchan los hombres, el pueblo del Señor.
Estribillo Pidamos paz para la ciudad vivan tranquilos los que te aman; haya paz dentro de tus muros y en tus hogares felicidad.
Escucha, tú, la Palabra de Dios, no solo con tus oídos, también con tu corazón. Escucha, tú, la Palabra de Dios, estate siempre atento a su voz. Escucha, tú, la Palabra de Dios, no solo con tus oídos, también con tu corazón. Escucha, tú, la Palabra de Dios, estate siempre atento a su voz. Déjala entrar dentro de tu corazón, pásala a tu mente y a tu situación; vívela, vívela en tu realidad, haz que por tu vida llegue a los demás.
Estribillo Si tus manos son instrumento de Dios, da tu pan al pobre, préstale tu voz, ama a Dios, ama a Dios con tu caridad; oye su Palabra con sinceridad.
¿Qué te puedo dar que no me hayas dado Tú? ¿Qué te puedo decir que no me hayas dicho Tú? ¿Qué puedo hacer por Ti si yo no puedo hacer nada, si yo no puedo hacer nada, si no es por Ti, mi Dios?
(Todo lo que sé, todo lo que soy, todo lo que tengo es tuyo.)(Bis)
(Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es el Seño-o-or. Llenos están el cielo y tierra de tu amor.) (Bis) Bendito el que viene en el nombre, el que viene en el nombre del Señor, del Señor.
Nota: es opcional cantar el estribillo final una vez
Segunda voz: Santo es el Señor, llenos están el cielo y tierra de su amor.
Toda la tierra espera al Salvador, y el surco abierto, a la obra del Señor; es el mundo que lucha por la libertad, reclama justicia y busca la verdad.
Dice el profeta al pueblo de Israel: “De Madre virgen ya viene el Emmanuel, será "Dios-con-nosotros", hermano será, con Él la esperanza al mundo volverá.
Cerros y valles habrá que preparar, nuevos caminos tenemos que trazar; el Señor está cerca, hay que irlo a encontrar, y todas las puertas abrir de par en par.”
En un pesebre, Jesús apareció pero en el mundo es donde nace hoy, vive en nuestros hermanos, con ellos está, y vuelve de nuevo a darnos libertad
Mi fuerza y mi desgana y cada vez que dudo. Mis ruinas, mis fantasmas, cuando me derrumbo. Mi risa y mi nostalgia y todas mis miserias. Mi suerte y mis alas, mi precio en oferta. Mi instinto y mi consuelo, todas mis torpezas. Mi carga y mi silencio, y la imprudencia. Los días que me pesan y el tiempo que perdona; mi sueño, mi pereza y cuanto se acomoda.
Larala Mi tiempo y contratiempo idas y venidas. Todo lo que no entiendo y mi alegría. Tus planes, mis deseos cuando no están cerca. Todo esto te lo ofrezco, haz tú lo que puedas.
Por cada gesto tuyo que estoy yo, cada renglón torcido de tu amor, te doy mi ingratitud a ver si la conviertes Tú en luz.
Te esperamos con la lámpara encendida. Te esperamos, ven pronto, Señor. Te esperamos, preparándote el camino. Allanándote las sendas, te esperamos, Señor.
Maranatha, maranathaa, maranatha, ¡ven, Señor, Jesús! Maranatha, maranathaa, maranatha, ¡ven, Señor, Jesús! Te esperamos con los brazos abiertos. Te esperamos, no tardes, Señor. Te esperamos, confiando en tu Palabra. Preparándote el camino, te esperamos, Señor.