Virgen sencilla y humilde que viviste en Nazareth. ¡Madre!
Casa de los hijos pobres que abren sus manos a ti. ¡Madre!
Dios te ensalzó, te hizo grande, en tu misma pequeñez,
haznos niños a nosotros para dejarnos en Él. ¡Madre! ¡Madre!
(Tú nos miras desde el cielo, nos hablas al corazón;
con un abrazo de madre, nos envuelves en tu amor.)(Bis)
Lara, la, la... La, la, ra, lara la, la, la.
Madre de los hijos pobres, de los que buscan a Dios. ¡Madre!
Danos tu fe y confianza, danos tu entrega y amor. ¡Madre!
En tu silencio interior escuchaste su Palabra,
con el corazón abierto viviste sólo por Él. ¡Madre! ¡Madre!