Dios ama tanto a los hombres,
que no nos quiso dejar;
solos y tristes vagando,
por los senderos del mal.
Desde los cielos al Hijo nos da,
que de una Madre nació en un portal;
gloria de luz y de estrellas,
tierra de carne mortal.
En ese Niño tan niño,
Dios ha querido juntar;
todo lo grande y lo eterno,
toda mi debilidad.
Estribillo
Sólo por Él alcanzamos
la celestial dignidad;
nunca, los hombres, soñamos.
con tanta felicidad.
Estribillo