En torno a tu mesa, Señor, te ofrecemos
toda nuestra vida, el vino y el pan.
Son para nosotros, tu Cuerpo y tu Sangre,
promesas de Vida, Luz y Libertad.
Señor, el pan que nos das
borra nuestras miserias.
Señor, tu copa será sangre de vida eterna.
Señor, sabemos que Tú te das sin condiciones.
Danos tu Espíritu y haz
de carne los corazones, Señor.
Tu Espíritu inflama de amor nuestras vidas.
Nos sigues llamando; Señor, ¿dónde estás?
Mas Tú nos respondes: "Me encuentras amando".
Queremos sentirte nuestro Salvador.
Estribillo