¡Alto!, ¡escúchame!, no sigas caminando más.
Hoy vengo a decirte lo que hizo Dios en mí.
Tienes que saber que un día yo acepté al Señor,
soy un hombre nuevo y ahora vivo para Él.
Qué alegría es ser
un testigo de Dios,
es sentirle por fe
en el cora zón.
Y aunque todos me digan
que eso no, eso no es verdad,
yo lo siento en mi vida
aún más, mucho más.
Dios te quiere a ti, eres importante para Él,
tienes que aceptarlo ahora mismo y por la fe.
Aunque tengas dudas Él después te las aclarará,
deja el conformismo de este mundo y síguele.
Estribillo