Soñaba Dios
con una chiquilla preciosa
dispuesta a volcarse en su alma
y hacer maravillas en ella.
Y quiso Dios
bajar a la tierra a encarnarse
pidiendo permiso a una niña, nazarena.
Y en María encontró
un "sí" de humildad rebosante
a ella va mi oración,
pues Él me la ha dado por madre.
Haz de mi corazón, un cristal para Dios
que refleje su luz, que destelle tu amor
quiero ser como tú, un espejo de Dios.
Junto a ti quiero hacer, un rosal para Dios
si hay espinas en mí, sólo falta la flor.
Florece tú en Él, ilusiona mi amor.
Soñaba yo, con ser peregrino hasta el cielo,
andar tras las huellas divinas
y echarme a volar sobre el suelo.
Y quiso Él que en ella encontrara el modelo,
que a ella mirara en mis noches y en mis sueños.
Y en María encontré la estrella que marca mi ruta;
Y, al marchar junto a Él, con ella me siento segura.
Estribillo