(María, Tú, que velas junto a mí,
y ves el fuego de mi inquietud;
María, Madre, enséñame a vivir,
con ritmo alegre de juventud.(Bis)
Ven, Señora, a nuestra soledad,
ven a nuestro corazón;
a tantas esperanzas que se han muerto,
a nuestro caminar sin ilusión.
Ven y danos la alegría,
que nace de la fe y del amor;
el gozo de las almas que confíían,
en medio del esfuerzo y el dolor.
Estribillo
Ven y danos tu esperanza,
para sonreír en la aflicción;
la mano que del suelo nos levanta,
la gracia de la paz en el perdón.
Ven y danos confianza,
sonrisa que en tu pena floreció;
sabiendo que en la duda y las tormentas,
jamás nos abandona nuestro Dios.
Estribillo