Habrá tierras que sembrar,
habrá mies que recoger.
Por muchos años que pasen
no cambiará nuestra fe.
La vida es de los que luchan
por su propio yo vencer.
Habrá peces que pescar
y grano para faenar.
No importará la tormenta,
pues Cristo la calmará.
Seguiremos en la lucha
por un mundo de hermandad.


Cristo nace cada día
en la cara del obrero cansa do,
en el rostro de los niños que ríen
jugando, en cada anciano que tenemos
al lado.
Cristo nace cada día
y, por mucho que queramos matar lo,
nacerá día tras día, minuto a minuto
en cada hombre que quiera sembrarlo.

Cuanta tierra sembrada.
El tiempo dará su fruto.
Ya vendrá quien lo recoja,
de momento, trabajemos.
Si este mundo se acobarda,
nosotros no callaremos.


Estribillo


    Alternativo
  • Álbum
    Maranatha Palabra y Música
  • Momento
    Comunión
  • Tiempo litúrgico
    Adviento
  • Misa de familias