Y es que no hay
mayor amor que dar la vida,
que dar la vida por amor.
Y es que no hay
mayor amor que dar la vida,
que darle a Cristo el corazón.
Como grano que al morir da fruto,
y en espiga se transformará.
Así Cristo puesto en el sepulcro,
en nosotros resucitará.
Dale muerte a tu egoísmo,
a tu orgullo y a tu vanidad,
déjalos que caigan en la ti erra,
pues muriendo tú florecerás.
Estribillo
Cual pastor que ama a sus ovejas,
y por siempre las protegerá.
Nos conduce Cristo a buenos pastos,
con su muerte nos rescatará.
Con tu vida harás como el pastor,
entregándote sin vacilar.
El que hace de su vida entrega,
siempre vida en Cristo encontrará.
Estribillo
En la Pascua un mandamiento nuevo,
a nosotros nos dejó el Señor:
«Entregar la vida a los hermanos
como Cristo nos la entregó».
Esta es la señal de los cristianos
por la que nos reconocerán:
«El amor con el que nos amamos,
y en la propia entrega a los demás».
Estribillo