Hay pocos obreros para tanta mies,
¡es tanto el trabajo! ¡es tanta la sed!
Pedid al Dueño que envíe obreros,
suyo es el campo, suya la mies.
Mirad, que Yo os envío por el mundo,
sin sandalias ni alforjas,
sin bastón y sin red,
anunciad mi paz,
proclamad el bien.
Mirad, que Yo os envío por el mundo,
mi consuelo llevad,
en mi nombre, sanad,
con vosotros, Yo estaré.
Anunciad que el Reino cerca está
y que en él hay sitio para todos.
Contagiad mi esperanza y alegría,
con mi mensajero la paz siempre estará.
Estribillo y terminar añadiendo: "Yo estaré".