Vives en cajas de metal.
Miras con los ojos
del que no ha aprendido a odiar
y en tu cicatriz, un incondicional.
Entro en tu palacio de cristal.
Noto en mis entrañas mi presencia colosal.
Quiero darte todo, pero siempre un poco más,
aunque te conformes con mi debilidad
Siento que me puedo ahogar
sino me lanzas la cuerda auxiliar.
Y dime si seré capaz
de cruzar el mar que nos separa sin naufragar.
Nunca he visto nada similar.
Curas con tu sangre mi vacío existencial.
Vienes a sacarme del ojo del huracán
aunque yo te acuse de ser la tempestad.
Estribillo
He encontrado morada en tus palabras y un hogar.
Solo, arrodillado frente un trozo de pan.
Vengo a que me expliques la parábola en la cual
me olvido de todo y me atrevo con tu plan.
Estribillo + sin naufragar…