Cristo, aunque era Dios,
se despojó y se hizo esclavo.
Se entregó a la muerte en la cruz,
por eso Dios lo levantó
y le concedió el nombre sobre todo nombre.
Al nombre de Jesús toda rodilla se doble.
Al nombre de Jesús que toda lengua proclame:
¡Jesucristo es Señor!
¡Jesucristo es Señor!
Al nombre de Jesús toda rodilla se doble.
Al nombre de Jesús que toda lengua proclame:
¡Jesucristo es Señor!
¡Jesucristo es Señor!
¡Jesucristo es Señor!