Intro:
¿Cómo actuarías hoy, Señor
si tuvieses mis ojos y mis manos,
si tuvieses mi energía y mi tiempo,
mi familia, amigos y trabajo?
Pues hoy te dejo que seas yo,
¡que seas Tú quien viva en mí,
quien viva en mí!
Por eso, Padre, transfórmame
todo en Cristo para que sea
el Hijo entre en los hombres.
Quiero ser Tú, el Hijo, que pasa hoy
por el mundo transmitiendo tu
mirada y tu consuelo,
llevando tu paz, tu ayuda y tu palabra
al mundo entero, realizando tu
servicio, tu entrega y tu amor.
Pues hoy te dejo que seas yo,
¡que seas Tú quien viva en mí,
quien viva en mí!
Por eso, Padre, transfórmame
todo en Cristo para que sea
el Hijo entre en los hombres.
Puente:
Pues hoy te dejo que seas yo,
¡que seas Tú quien viva en mí,
quien viva en mí!
Por eso, Padre, transfórmame
todo en Cristo para que sea
el Hijo entre en los hombres.