Pan del trigal, fruto de la vid,
te ofrecemos, Señor; es lo que traemos,
es lo que presentamos;
tu Cuerpo y Sangre serán.
Somos pobre barro, frágiles, Señor.
Somos las ovejas, Tú, nuestro Pastor,
tomados del polvo, Tú, Señor, de lo eterno.
Bendito seas, Señor.
Bendito seas, Señor,
por este fruto de amor.
Bendito seas, Señor,
por darnos a Jesucristo, fuente de amor.
Estos dones tuyos que nos das, Señor,
esta bella ofrenda se convertirá
en alimento eterno que del cielo baja,
que será nuestra salvación.
Estribillo