Puedo construir un muro imponente alrededor 
o ignorar la voz que pronuncia mi Señor.

Pero aunque me olvide de Ti, 
Tú no te olvidas de mí y vendrás, 
y me gritarás que siempre me amarás, 
que siempre me has amado, 
que siempre has estado a mi lado 
y que jamás quedaré separado. 
Porque mi pecado 
con tu sangre y tu cruz has pagado. 

Puede hacerme creer el orgullo 
que me pertenezco y no soy tuyo.

  • Momento
    Post-Comunión/Acción de gracias
  • Tiempo litúrgico
    Ordinario