Nos volvemos a encontrar una vez más aquí,
como el día en que te conocí.
Hablabas de amar a mis hermanos, 
y yo te creí.

Tus palabras me llenaban de a poquito,
se metían en mí corazón,
cuando intenté seguir tus pasos, 
creo que me perdí.

 
Y hoy te vuelvo a encontrar otra vez,
quiero ir de tu mano hasta el fin.
No sé si esta vez lo conseguiré,
al menos sé que otra vez lo intentaré.

Y si me vuelvo a perder, espera,
no dejes que me aleje, Jesús.
 
Sé que muchas veces me cuesta encontrarte,
por quedarme en lo superficial;
y mientras aumento tus heridas, 
con amor me miras.

Acordate, siempre, siempre, que te quiero,
y que para siempre vas a estar,
porque desde el día en que apareciste, 
yo ya puedo amar.

 
Estribillo
 

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