Frente a tu trono, Señor, 
traigo mi corazón,
como un soldado que de la guerra 
con vida hoy regresó.
Sin armadura y sin espada
traigo mis dudas y mi alma tiznada.

Vengo a adorarte, mi Dios, tal como soy.
Y aunque está herida 
mi humanidad,
toma mi vida y conviértela
en verdadera alabanza,
 en espíritu y verdad.

 
Con mi vida, con mi voz, 
con los brazos abiertos Dios,
ojos cerrados y de pie,
yo te alabo porque eres mi Rey.

Con mi vida, con mi voz,
con los brazos abiertos a Dios,
ojos cerrados y de pie,
yo te alabo porque eres mi Rey.
 
(Alabado, alabado, alabado sea Dios.)(3 veces)

  • Álbum
    Soy Nazareno, 2015
  • Momento
    Otro
  • Tiempo litúrgico
    Ordinario
  • Cristo Rey