Un niño en brazos de su madre
se duerme ya, acaba de mamar,
se siente muy feliz, y antes de dormirse
sonríe al amor que le sonríe.

No piensa por qué recibe tanto amor,
confía en él, y se abandona en paz
se sabe protegido, seguro en esos brazos,
responde con amor al amor.

Como un niño en brazos de su madre
quiero vivir confiando en mi Dios,
y no pretender más que lo que pretende un niño,
y esperar en el amor del Señor.

Como un niño pequeño en brazos de su madre,
así quiero vivir en Dios, en Dios.

  • Álbum
    Soy la Iglesia que canta
  • Momento
    Otro
  • Tiempo litúrgico
    Ordinario