Amasar con cariño mi tierra
aceptando el fracaso parcial,
entregar a la historia mi barro
hecho cántaro, pleno y total.
Lo que siento tapera en mi vida,
para Dios es etapa tal vez,
provisorio proyecto de barro
que cacharro algún día ha de ser.
Cha´ que es duro creer en la historia
y aceptar los proyectos de Dios,
esperar en silencio su fuego,
el que Él para mí destinó.
En sus manos mi greda se afina,
se hace pasta capaz de moldear,
va creciendo despacio por dentro,
va dejando proyectos detrás.
Desde el fuego final de la muerte
hecho cántaro regresaré,
en vasija, silencio y servicio
para el pueblo que habrá de nacer.
Estribillo