De la mesa y sobre la patena vino el Pan de vida;
junto al cáliz y bajo la palia, su Sangre inmortal.
Comulguemos de su Cuerpo santo y su Sangre divina,
bendecidos y purificados hoy en el altar.
Veo en el pan claramente el rostro de Jesús.
Él me da paz y vida a plenitud.
Hoy ese vino presente es la Sangre del Señor
que al comulgar me llenan de su amor.
Ese Pan que sobre la patena ya fue consagrado,
es el Cuerpo que viene a entregarnos hoy nuestro Señor.
Y la Sangre dentro de este cáliz ya no es ese vino,
se ha transformado en rica bebida de la salvación.
En la mesa han traído el centro de la Eucaristía,
es el Cuerpo y tambien la Sangre de nuestro Señor.
Comulguemos de su Cuerpo santo y su Sangre divina
bendecidos y purificados hoy en el altar.
Veo en el pan claramente el rostro de Jesús.
Él me da paz y vida a plenitud.
Hoy ese vino presente es la Sangre del Señor
que al comulgar me llenan de su amor.
Veo en el pan claramente el rostro de Jesús.
Él me da paz y vida a plenitud.
Hoy ese vino presente es la Sangre del Señor
que al comulgar me llenan de su amor,
que al comulgar me llenan de su amor.