El Señor es el lote de mi heredad,
es mi copa; mi suerte está en su mano.
Tengo siempre presente (tengo siempre presente),
uh, uh, al Señor,
con Él junto a mí no vacilaré.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti.
Por eso se me alegra el corazón;
mis entrañas y mi carne descansa serena
porque no me entregarás (porque no me entregarás),
uh, uh, a la muerte,
ni me dejarás conocer la corrupción.
Estribillo
Me enseñarás el sendero de la vida, Señor.
Me enseñarás el sendero de la vida.
Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
Me saciarás de gozo en tu presencia.