(Yo sí que te conozco:
Tu vida está en mis manos.
Sos el barro que formo,
vos sos el barro que amo.)(Bis)
Déjame que te sople mi aliento.
Déjame modelarte a mi imagen.
Déjame darte una forma nueva.
Deja a tu afarero que trabaje.
Un barro dócil que confía en su artesano,
barro que se funde y nace un nuevo vaso,
donde lleves el tesoro de mi vida y de mi abrazo.
Volver al barro para sentir mi presencia,
embarrarse para ganar transparencia,
Barro abierto al soplo nuevo, que hace nueva la existencia.
Déjame que te sople mi aliento.
Déjame modelarte a mi imagen.
Déjame darte una forma nueva.
Deja a tu afarero que trabaje.
Estribillo
Y tenele paciencia a tu barro.
Y tenele confianza a mis tiempos.
Y mirá cómo ejerzo este oficio.
Y volvete también alfarero.
El “día a día”, es taller simple y fraterno,
donde imaginar lo valioso y lo bueno,
donde modelar, pacientes, el diseño de lo nuevo.
Volver al barro es consagrar lo cotidiano,
es involucrarse quedando embarrados,
es cuidar y amar el rostro bello y frágil de lo humano
Y tenele paciencia a tu barro.
Y tenele confianza a mis tiempos.
Y mirá cómo ejerzo este oficio.
Y volvete también alfarero.
Estribillo