Estaba José sentado tallando una cruz,
se acercan las tiernas pisadas de Jesús. 
Como una mariposa revolotea el niño Dios.
Juntos, entre ellos, todo es amor.

 
Y se juntaron sus manos, José al cielo subió
viendo a su niño clavado cómo su Sangre derramó.
¿Por qué mi niño se muere?, ¿por qué con tanto dolor
atravesaban sus manos?
Dime porqué, dime porqué, mi Dios.  
 
Jesús se sienta en sus piernas y una lágrima cayó.
El llanto de San José al pequeñito cubrió.
No llores tanto mi padre, nunca te voy a dejar.
Juntos como carpinteros vamos a trabajar.

 
Estribillo
 

    Alternativo
  • Álbum
    La Vida, 2006
  • Momento
    Comunión
  • Tiempo litúrgico
    Ordinario
  • San José