{title: Un Dios débil (Estación IV)}
{artist: Hakuna Group Music}
{capo: 0}
{key: Do}
Intro:
[Do][Fa][Do][Fa]
Esto sí que lo [Do]entiendo, y como me [Fa]gusta
ver un Dios [Do]débil, niño desnudo en [Fa]tus brazos
y rehén a[Do]plastado por la cruz y en [Fa]agonía,
pero siempre [Do]necesitado de ti, Ma[Fa]ría.
Como [Do]cambia el espíritu de un niño
una noche de [Fa]miedo cuando se arropa
bajo las [Do]sábanas de su [Fa]madre.
Estás a[Lam]hí, te nece[Sol]sito,
no te [Fa]vayas, no te [Sol]vayas.
{start_of_chorus}
Tu ca[Fa]lor, tacto, vista, [Sol]tu cercanía,
no [Do]cambian [Mim]nada
y lo [Lam]cambias [Sol]todo.
Tu ca[Fa]lor, tacto, vista, [Sol]tu cercanía,
no [Do]cambian [Mim]nada
y lo [Lam]cambias [Sol]todo,[Fa]
lo cambias [Sol]todo.
{end_of_chorus}
Esto sí que lo [Do]entiendo, y como me [Fa]gusta
ver un Dios [Do]débil, naturalmente [Fa]débil;
un Dios necesi[Do]tado de compa[Fa]ñía,
de una [Do]madre, de mirada y cerca[Fa]nía.
Como [Do]cambia el dolor del enfermo
cuando entrele[Fa]za sus dedos con
los de [Do]otra mano cono[Fa]cida.
Estás a[Lam]hí, te nece[Sol]sito,
no te [Fa]vayas, no te [Sol]vayas.
{start_of_chorus}
Estribillo
{end_of_chorus}
[Lam]En un momento difícil, todos
[Mim]piden, llaman, gritan.
Que[Fa]remos reci[Do]bir tu con[Sol]suelo,
sa[Lam]bernos acompañados por una
[Mim]madre inseparable.
[Fa]Ojalá tus [Do]hijos te [Sol]sientan a su lado.
{start_of_chorus}
Tu ca[Fa]lor, tacto, vista, [Sol]tu cercanía,
no [Do]cambian [Mim]nada
y lo [Lam]cambias [Sol]todo.
Tu ca[Fa]lor, tacto, vista, [Sol]tu cercanía,
no [Do]cambian [Mim]nada
y lo [Lam]cambias [Sol]todo,[Fa]
lo cambias [Sol]todo.
[Fa]Ooooh, lo cam[Sol]bias todo.
[Fa]Ooooh, lo cam[Sol]bias todo,
lo cam[Do]bias todo.
{end_of_chorus}
Intro:
Esto sí que lo entiendo, y como me gusta
ver un Dios débil, niño desnudo en tus brazos
y rehén aplastado por la cruz y en agonía,
pero siempre necesitado de ti, María.
Como cambia el espíritu de un niño
una noche de miedo cuando se arropa
bajo las sábanas de su madre.
Estás ahí, te necesito,
no te vayas, no te vayas.
Tu calor, tacto, vista, tu cercanía,
no cambian nada
y lo cambias todo.
Tu calor, tacto, vista, tu cercanía,
no cambian nada
y lo cambias todo,
lo cambias todo.
Esto sí que lo entiendo, y como me gusta
ver un Dios débil, naturalmente débil;
un Dios necesitado de compañía,
de una madre, de mirada y cercanía.
Como cambia el dolor del enfermo
cuando entreleza sus dedos con
los de otra mano conocida.
Estás ahí, te necesito,
no te vayas, no te vayas.
Estribillo
En un momento difícil, todos
piden, llaman, gritan.
Queremos recibir tu consuelo,
sabernos acompañados por una
madre inseparable.
Ojalá tus hijos te sientan a su lado.
Tu calor, tacto, vista, tu cercanía,
no cambian nada
y lo cambias todo.
Tu calor, tacto, vista, tu cercanía,
no cambian nada
y lo cambias todo,
lo cambias todo.
Ooooh, lo cambias todo.
Ooooh, lo cambias todo,
lo cambias todo.